Vizcaya aprueba su segundo Plan de Residuos con un coste de 162 millones

Vizcaya dispone desde ayer de su segundo Plan de Residuos Sólidos Urbanos, con un coste previsto de 162 millones de euros. Entre las nuevas infraestructuras previstas, figura una planta de tratamiento mecánico-biológico (separa el material aprovechable y los componentes orgánicos de la bolsa de basura), otra de compost y la ampliación de la incineradora de basuras. El proyecto fue aprobado por todos los grupos, salvo Ezker Batua.

El plan de Residuos que ayer recibió el visto bueno de las Juntas Generales es una continuación del primero, que tuvo vigencia entre 1997 y 2001. En este caso el horizonte temporal es mayor, ya que se prolonga hasta 2016, y es más flexible, porque contempla distintos escenarios según sea la generación de residuos. El debate se ha prolongado durante el primer semestre del año y, en la búsqueda de un consenso, se han introducido asuntos como la obligatoriedad de que las nuevas instalaciones sean de titularidad pública mayoritaria. Con ello se pretende evitar lo ocurrido con la incineradora de Zabalgarbi, que al principio era mayoritariamente pública pero donde la iniciativa privada tiene ahora el 55% de las acciones. Además, se han excluido los desechos de construcción y demolición del ámbito del plan y hay un compromiso de fijar una tasa por el coste real de tratamiento de la basura en cada municipio, con incentivos a quienes realicen una mejora de la gestión.

La principal novedad es la planta de tratamiento mecánico-biológico, una experiencia desarrollada en varios países europeos, que espera tratar entre 141.000 y 180.000 toneladas al año. La intención inicial es que se ubique en la periferia de Bilbao, en la zona donde se encuentra la incineradora y el vertedero de basuras de la capital. En cualquier caso, tanto ésta como la instalación de compostaje no empezarán a construirse antes de 2007.

El plan se propone doblar el reciclaje y alcanzar el 60% de los residuos totales, y que exista un "vertido cero" de residuos sin tratamiento. "La prevención es el objetivo prioritario, seguido de la reutilización, el reciclaje material (entre el que se incluye el compostaje), el aprovechamiento energético y el vertido seguro de la fracción no valorizable", afirma el Departamento de Medio Ambiente.

El proyecto logró el respaldo de todos los grupos, salvo Ezker Batua, por estimar que el "elemento fundamental" del plan es la incineración.

Precisamente, la incineradora de Zabalgarbi -aún sin inaugurar oficialmente y que ha estado en fase de pruebas durante más de año y medio, hasta obtener la licencia de apertura hace un mes- funciona a la mitad de su rendimiento debido a problemas en su turbina de vapor. Fuentes de la empresa aseguraron ayer que los fallos no han supuesto ninguna emisión contaminante, pero implican que sólo genera el 50% de la electricidad prevista. La planta ha tenido varios problemas técnicos en estos casi dos años, tanto en la turbina como debidos a varias explosiones internas en el recinto. Trabajadores ya señalaron a este diario en octubre que no se producía la energía prevista.

Por otro lado, las Juntas aprobaron la nueva norma sobre las residencias públicas de mayores. EA, que se había desmarcado en la comisión, apoyó ayer el texto, junto al PNV y el PSE.