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Reportaje:

Juegos con conciencia

Idea y el Ayuntamiento de Córdoba difunden una campaña sobre el consumo responsable de juguetes

Manuel Planelles

Algo tan aparentemente inocente como un juguete puede esconder detrás una historia de explotación. Historias como la de los trabajadores de países subdesarrollados que cobran, después de estar en el tajo durante jornadas de 12 o 15 horas los siete días de la semana, entre 35 y 80 céntimos de euro por cada juguete que fabrican.

El observatorio de Ideas (Iniciativa de Economía Alternativa y Solidaria), una cooperativa que trabaja por el comercio justo y el consumo responsable, ha elaborado un informe sobre la producción de juguetes en el mundo. De las conclusiones de este trabajo, financiado por el Ayuntamiento de Córdoba, se deduce que "casi el 80% de los juguetes del mundo se fabrican en Asia". Maite Hernández, la coordinadora de campañas de Idea, explica que son frecuentes las "denuncias por violaciones de los derechos humanos y laborales y no se respeta el medio ambiente" en países como China, Indonesia o Taiwan. En opinión de Hernández, en la parte superior de la cadena del juguete están las grandes firmas transnacionales. Estas compañías "se aprovechan de la precaria legislación laboral y ambiental de ciertos países".

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Ideas, con el apoyo del Ayuntamiento de Córdoba y de otras asociaciones y sindicatos, ha preparado una campaña para estas navidades. No es sólo un juego. Abre los ojos, elige bien tus juguetes, que hoy se presenta en Sevilla y en Madrid, pretende que los adultos tengan en cuenta a la hora de comprar los regalos para los niños el valor añadido que supone el consumo responsable.

"Se trata de que se tenga un mayor conocimiento de lo que se compra", afirma Hernández. La campaña incluye un decálogo de "diez razones para el fomento del consumo responsable de juguetes". En éste, se afirma que "en 2004, el volumen de ventas de dos grandes compañías relacionadas con el sector del juguete unido a las cinco mayores corporaciones en la fabricación de juguetes era superior al producto interior bruto de países como Argelia o Perú".

El decálogo también incide en la necesidad de buscar "juguetes más respetuosos con el medio ambiente". Según Idea, muchos de estos productos están elaborados con plásticos PVC, que son "altamente contaminante". La asociación también hace referencia a la necesidad de que estos objetos lúdicos potencien la "transmisión de valores". "Éxito, poder, competición, individualismo y culto al cuerpo son los valores clave que se repiten en la mayoría de juguetes de gran consumo". En su opinión, se deben fomentar valores como "la paz, la solidaridad, la equidad de géneros y la diversidad cultural y social".

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Hernández afirma que el objetivo último es alcanzar el consumo responsable, aunque no se trata de realizar "un boicot total a las empresas transnacionales... Hay que buscar artesanía local con productos que no agredan a la naturaleza y que no sean, por ejemplo, sexistas". Además, no sólo hay que pedir responsabilidad a los consumidores: "Hay que exigir a los gobiernos que tengan un mayor control sobre los procesos de elaboración de los productos que se venden dentro de sus fronteras".

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Sobre la firma

Manuel Planelles
Periodista especializado en información sobre cambio climático, medio ambiente y energía. Ha cubierto las negociaciones climáticas más importantes de los últimos años. Antes trabajó en la redacción de Andalucía de EL PAÍS y ejerció como corresponsal en Córdoba. Ha colaborado en otros medios como la Cadena Ser y 20 minutos.

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