EE UU, Brasil e India presionan a Francia para que recorte las subvenciones agrícolas
"Quieren quitarnos hasta la ropa interior", se queja la ministra francesa de Comercio Exterior
EE UU, Brasil e India están ejerciendo una intensa presión sobre Francia para lograr de aquí al domingo que la Unión Europea conceda una mayor reducción de la prevista sobre las tarifas arancelarias y subvenciones que protegen a su sector agrícola ante la competencia extranjera. La ministra francesa de Comercio Exterior, Christine Lagarde, se quejó: "Quieren dejarnos desnudos, quitarnos incluso la ropa interior". Sin embargo, su homóloga española de Agricultura, Elena Espinosa, se mostró abierta al diálogo y dijo: "En una negociación no descarto nada".
Elena Espinosa señaló que si aparecen contraofertas y es necesario modificar el mandato negociador del comisario Peter Mandelson los ministros europeos presentes en Hong Kong deberían celebrar un consejo.
La presión sobre Francia podría asumir la forma de una pinza. Aparte de sus enemigos declarados -EE UU, Brasil e India-, París estaría soportando también sugerencias para ser más flexible procedentes de su propia familia, esto es, de algunos países de la UE. Uno de ellos, Alemania, quiere evitar a toda costa que la UE sea el villano de la película de Hong Kong, es decir, el responsable de frustrar un acuerdo sobre el desmantelamiento del proteccionismo agrícola.
"A menos que la UE haga un movimiento sobre el acceso al mercado, no veo que nadie más se mueva", dijo a la prensa el negociador especial de EE UU, Rob Portman. La dureza de Washington coincide con la noticia, difundida ayer, de que la balanza comercial norteamericana sufrió en el mes de octubre un déficit récord absoluto de 68.900 millones de dólares. (Ver más información en la página 46).
Portman informó de que también EE UU incrementará la ayuda comercial a los países pobres de los 1.300 millones de dólares anuales a los 2.700 millones en 2010, rivalizando con un anuncio similar realizado por la UE el pasado martes. "Y nosotros el dinero se lo damos sin que estos países tengan que devolvérnoslo. No son préstamos", alardeó.
Ayer, en su intervención ante la conferencia ministerial, el ministro de comercio de la UE, Peter Mandelson, explicó de forma descarnada su propuesta del pasado 28 de octubre según la cual se acepta una reducción de entre el 35 y el 60% de las subvenciones a las exportaciones agrícolas.
"Nosotros en Europa, mientras nuestra economía rural continúa la diversificación y el ajuste, al tiempo que absorbemos el impacto completo de la reforma, necesitaremos mostrar que, a través de la Ronda de Doha, se abren nuevas oportunidades en áreas de comercio en las cuales podemos gozar de ventajas comparativas. La única ronda que cualquiera de nosotros podemos aceptar es una ronda en la cual podemos mostrar lo que recibiremos por aquello que daremos. ¿Hay alguien que pueda considerarse una excepción en esta realidad política? Creo que no".
Celso Amorim, el ministro de Exteriores de Brasil, no fue menos al grano. "Los países ricos no pueden esperar que se les pague por hacer aquello que debieron hacer hace mucho tiempo. Después de tanto tiempo -décadas o siglos- han pervivido remanentes de feudalismo junto a otros privilegios inaceptables. Los países pobres no pueden esperar otros 20 años para ver una reforma real en el comercio agrícola. Es hora de actuar ahora", señaló.
Amorim dijo a EL PAÍS que la reunión informal del director general de la OMC, Pascal Lamy, con los países más influyentes en esta reunión, celebrada el lunes por la noche, fue muy general. "Se explicó la hoja de ruta. No hubo más", dijo. "Espero que esta noche tengamos algo sobre la mesa", añadió.
Contraoferta
Francia, el primer beneficiario europeo de las ayudas de la política agrícola, reaccionó ante las presiones de extraños y de propios. La ministra Christine Lagarde explicó que "Francia no quiere terminar desnuda en esta reunión". Alta y esbelta, la ministra profundizó: "Si uno las cosas lógicamente, nos hemos quitado todo. Nos quedamos en ropa interior y quieren que nos quitemos la ropa interior. Yo digo no". El ministro francés de Agricultura, Dominique Bussereau, añadió: "No hay flexibilidad posible sobre la oferta del 28 de octubre". Y, ¿si hay contraoferta en acceso de productos industriales a los países en desarrollo? La ministra Lagarde señaló: "Yo todavía no he visto ninguna. Cuando la vea, lo pensaré".
La ministra española de Agricultura, Elena Espinosa, explicó que los previsibles acuerdos en la OMC no afectarán a las ayudas para el sector agrícola español pactadas en la reforma. Ante la posibilidad de una flexibilización de la posición francesa y europea a última hora, señaló que se sabe cómo se entra a una negociación pero nunca cómo se sale de ella. "El comisario Mandelson tiene un mandato y si hay alguna contraoferta el consejo de ministros debería reunirse para considerar la modificación de ese mandato. Yo no descarto nada", añadió.
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