Sorkun recurre a la electrónica en 'Duna', su segundo disco
La segunda entrega de Sorkun, Duna (Metak), es una de las dos únicas novedades firmadas por mujeres que se pueden encontrar en Durango. Tres años después de debutar en solitario, y tras haber recorrido buena parte del mundo con la Kontrabanda de Fermin Muguruza, quien fuera cantante de Kashbad entrega un disco repleto "de amor y desamor, las historias de siempre", y concebido a la sombra de la electrónica. "Frente a las guitarras y las baterías acústicas que llevaban el peso en el primer disco, esta vez hemos procurado dar más importancia a lo entonces secundario. El punto de partida han sido las bases electrónicas y han marcado la pauta esta vez", corrobora el guitarrista Óscar Conde.
Su discográfica recurre a comparaciones con grupos como Morphine, Van Der Graaf Generator y con el Ry Cooder de Paris-Texas, y cita estilos como el trip hop, el drum'n'bass, la bossa nova y el funk rock para presentar un trabajo que surgió cuando a Sorkun le encargaron preparar una música que acompañase la proyección de una película de surf en San Sebastián. Finalmente este proyecto no se llevó a cabo, pero las ideas que surgieron durante su preparación han encontrado reflejo en este nuevo álbum.
También se han curtido acompañando a Muguruza Xabi Solano y Oskar Benas, componentes de The Solanos. El quinteto incluye el sonido de la trikitixa entre el rock y los guiños al tango y la música tradicional vasca de su estreno discográfico, en el que asume el rol de banda mafiosa y siembra de persecuciones, tiroteos y bravuconadas unas letras en euskera explícitas como las de los narcocorridos.
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