El PP usará los "motivos de desacuerdo" para su enmienda global al proyecto catalán

El PP quiere estar presente y activo en todos los debates parlamentarios sobre el nuevo Estatuto catalán. Mariano Rajoy, su líder, afirmó ayer que el PP presentará una posición "razonada, sensata y estudiada" en la Comisión Constitucional del Congreso para que pueda ser "asumida por todos". La fórmula más probable, según fuentes del PP, consiste en utilizar los denominados "motivos de desacuerdo", previstos en el Reglamento del Congreso, con el proyecto de Estatuto. Es decir, exponer en esos motivos de desacuerdo una enmienda global al proyecto catalán con "los principios generales que deberían ser asumidos por todos los partidos constitucionalistas sobre lo que se puede hacer y lo que nunca debería hacerse".

"Tendremos imaginación para hacer cosas", replicó Rajoy en una conversación informal con los periodistas durante la recepción en el Congreso por el 27º aniversario de la Constitución. Eludió, eso sí, responder a la pregunta de si el PP presentará o no enmiendas parciales al proyecto con un "ya veremos". Pero sí dijo que quería plantear públicamente la posición de su partido para que sea debatida en la Comisión Constitucional del Congreso.

La vía para hacer tal cosa está regulada en los artículos 137 y 138 del Reglamento del Congreso. Como el proyecto de Estatuto catalán es una norma planteada por un Parlamento autónomo, en lugar de enmiendas el Reglamento prevé que los diputados planteen sus motivos de acuerdo y desacuerdo con ese texto. Después, una Resolución de la Presidencia del Congreso de 1993 desarrolla ese precepto para que el texto tenga asimismo enmiendas parciales concretas.

Lo único que sí ha decidido ya Rajoy, según fuentes del PP, es plantear esa suerte de enmiendas genéricas o motivos de desacuerdo en los que el PP expondrá su critica global al proyecto. El presidente de los populares esbozó ayer tres de las grandes líneas de esas enmiendas genéricas.

La primera y básica, según afirmó ayer Rajoy, es que "en 1978 ya se acordó el modelo de Estado autonómico. Y no se acordó que cuando éste estuviera ultimado había que hacer otro". Eso significa, según Rajoy, que en España "sólo hay una nación, la española, formada por nacionalidades y regiones". Cualquier cambio que afecte a ese modelo de Estado no es, según Rajoy, una reforma de Estatuto sino "un cambio de la Constitución por la puerta de atrás".

El segundo elemento de esa crítica global es que "no se pueden seguir quitando competencias al Estado". Esto choca frontalmente con la reclamación catalana de asumir más competencias. Según Rajoy, "no se pueden ceder más porque el Estado necesita mantener un mínimo de competencias con las que garantizar la igualdad entre todos los españoles y la cohesión social".

El tercer elemento avanzado por Rajoy es que el PP pedirá la supresión de todas las "normas intervencionistas" que, según él, tiene el proyecto catalán y que son "letales para su economía". Y rechazará que los recortes al proyecto que se pacten se "tapen" con leyes que "vacíen de competencias el Estado".

Queda por decidir si el PP presentará enmiendas al articulado. No es improbable. Eso sí, el PP no participará de "ningún mercadeo de enmiendas parciales" con el resto de los grupos parlamentarios porque considera que el proyecto "es un bodrio que no se arregla con 15 ó 60 enmiendas".