Reciclaje con reinserción social
24 vizcaínos que perciben la renta básica trabajarán en la primera planta europea de recuperación de residuos voluminosos
Reciclaje y a la vez reinserción social. En poco más de medio año, Vizcaya contará con la primera planta específica en Europa para la reutilización de los residuos más voluminosos (desde electrodomésticos y muebles a madera y textiles) y el 70% de sus 33 trabajadores lo compondrán personas que ahora perciben la renta básica teniéndo así la oportunidad para acceder al mercado laboral.
La iniciativa singular ha sido promovida por la Diputación vizcaína y las asociaciones sin ánimo de lucro Rezikleta y Emaús Bilbao, que han trabajado en el proyecto durante los dos últimos años. Las tres han creado Berziklatu, que es también la primera sociedad mixta europea con participación pública y el denominado tercer sector, que agrupa a entidades no lucrativas. "Conjuga objetivos económicos, sociales y ambientales", explica el diputado foral vizcaíno de Medio Ambiente, Iosu Madariaga, quien enfatiza su satisfacción personal por la puesta en marcha de un proyecto medioambiental y de reinserción de colectivos desfavorecidos.
El proyecto agrupa al sector público y dos asociaciones sin ánimo de lucro
La planta se ubicará en el municipio de Ortuella, que sufre actualmente un 10% de paro y donde un 5% de la población está abocada a subsistir mediante la renta básica. 24 personas en esta situación de exclusión social trabajarán en la instalación en 2008 -cuando el proyecto esté consolidado- con el objetivo de que, antes de tres años, puedan acceder al mercado laboral.
"Se les va a formar en las habilidades [del trabajo] y habrá un acompañamiento social por parte de personal cualificado", señala José Manuel Gómez, director gerente de Emaús, quien destaca que normalmente la reinserción laboral se alcanza en el primer año. El seguimiento se realizará desde los servicios sociales de base del Ayuntamiento de Ortuella.
La instalación industrial, que arrancará con una plantilla de nueve empleados, ocupará un pabellón de 2.800 metros cuadrados y empezará construirse a principios del inminente año con el propósito de que esté en funcionamiento a mediados de 2006.
La Diputación vizcaína está construyendo, como complemento de la instalación de Ortuella, un centro de transferencia en Berriatua que centralizará la recogida de todos los residuos voluminosos de la comarca de Lea Artibai para su traslado a la futura instalación de reciclaje. Se prevé que este centro de transferencia esté concluido para los primeros meses de 2006.
El proyecto Berziklatu quiere incrementar de manera significativa el reciclaje de los residuos voluminosos, que incluyen las líneas blanca y marrón (electrodomésticos y aparatos electrónicos), gris (ordenadores), muebles, madera o textiles. Ahora entre las casi 30.000 toneladas generadas al año en Vizcaya, se recicla el 47% y un 49% acaba en el vertedero.
Con la planta desaparecerá totalmente el depósito en los basureros, cuyo reciclaje y reutilización sube al 77% y el 23% iría a la incineradora de Zabalgarbi. "Supone una anticipación a los objetivos estratégicos en el II Plan Integral de Gestión de los Residuos Urbanos, con el vertido cero de los primarios y la maximización de la recuperación material y energética de aquellos", asegura Iosu Madariaga. Este plan de gestión de la basura, con un presupuesto de cerca de 162 millones, sólo está pendiente de su aprobación definitiva por las Juntas Generales, prevista para este mes.
"Veíamos que muchos de estos residuos voluminosos iban a vertedero cuando se podían reutilizar", expresa Josetxu González, director gerente de Rezikleta. Actualmente, más de la mitad de estos desechos se recogen en los más de 20 garbigunes (puntos limpios donde van a parar los residuos de mayor volumen) y los ayuntamientos se encargan de más de una tercera parte. "Quedan muchos municipios sin una recogida ordenada de los voluminosos", apunta el diputado vizcaíno de Medio Ambiente, quien resaltó que, aunque estos residuos "se recogen en todos los municipios sabemos que muchos de los que pueden recuperarse acaban en los vertederos".
La inversión en la planta, que se eleva a 1,5 millones de euros, será asumida íntegramente por la Diputación. Las dos asociaciones sin ánimo de lucro pagarán un alquiler "simbólico", dice Madariaga, y el dinero que se obtenga será para cubrir los costes de funcionamiento de la factoría y de la plantilla. "Si hubiera excedentes, se dedicarían a la mejora de la actividad. Como asociación sin ánimo de lucro, no hay reparto de posibles beneficios", explica el director gerente de Rezikleta.
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