El peligro de la deuda pública

Colombia consolidará su tercer año de crecimiento con tasas cercanas al 4,5%. Con una inflación a la baja y niveles de consumo e inversión elevados, el único riesgo a corto plazo es su abultada deuda pública, que llega al 46% del PIB. Los analistas advierten de que esta dependencia podría pasar factura ante cambios bruscos en la economía internacional.

El déficit fiscal colombiano alcanzó el 1,2 del PIB durante 2003, aunque para este año los analistas esperan que esa cifra se duplique

Colombia consolida su tercer año de crecimiento económico con una inflación a la baja y elevados niveles de consumo e inversión

El crecimiento del 5,3% registrado durante el segundo trimestre de este año ha generado un clima de optimismo entre los analistas locales, que pronostican un crecimiento cercano al 5% para este curso. Las previsiones del Banco Central siguen manteniéndose entre el 4,5% y el 4,7%. De cumplirse los pronósticos, la economía colombiana consolidaría su tercer año de alza sostenida del PIB sobre el 4%, tras dos años de ralentización económica.

Esta recuperación se debe principalmente a la estabilidad política de los últimos cinco años, que ha generado un consenso sobre el modelo económico a seguir. De esta manera, se ha logrado controlar la inflación, que ha pasado desde un 7,6% en enero de 2003 hasta un 4,8% en julio de este año, y se ha conseguido un entorno de estabilidad del tipo de cambio y de las tasas de interés. Con ello, la inversión extranjera y el consumo interno se han consolidado.

Inversión extranjera

Los datos de Cepal indican que la inversión extranjera directa neta llegó a los 2.862 millones de dólares en 2004, un 235% superior que la del año anterior, gracias a las inversiones en minería y petróleo. Esta cifra es la más alta desde 1997 y duplica la inversión registrada en 2002. El consumo llegó al 3,7% durante el año pasado, un nivel inferior al crecimiento del PIB, pero el mejor dato en siete años, que superó casi en dos puntos el nivel registrado hace tres años.

Si no consideramos los niveles de desempleo, que superan el 15% de la población activa, los analistas reconocen que el único peligro para la economía colombiana son sus elevados niveles de desequilibrio fiscal. La deuda neta del sector público no financiero ascendió al 46,6% del PIB en diciembre de 2004, cifra inferior a la del cierre de 2003, cuando llegó al 51%. El déficit fiscal alcanzó en 2003 un 1,2% del PIB, aunque para este año se espera que este nivel se duplique.

Los analistas coinciden en que estos niveles no son especialmente altos si se comparan con otras economías, pero que son preocupantes en un país suramericano que está expuesto a los vaivenes de la economía internacional. El Banco Mundial ha advertido de que el endeudamiento pone en riesgo economías como la colombiana, mientras que los expertos locales atribuyen el control del déficit a la revalorización del peso colombiano más que a una política de contención de gastos.

Alza de los tipos

Para el organismo internacional, una más que probable alza de las tasas de interés en el mundo sumada a presiones alcistas del dólar estadounidense y de los precios internacionales del petróleo, perjudicarán a países con elevados niveles de deuda, especialmente en Latinoamérica. En países como Colombia, unas mayores tasas de interés generarán más costos fiscales, más recortes de gasto público y una caída en las inversiones y el consumo interno. En este sentido, la extrema dependencia del país a los mercados internacionales es un punto que juega en su contra.

Para hacer menos vulnerable la economía y mejorar las cuentas públicas, el Gobierno central tiene pendientes una serie de reformas. La primera medida es continuar con la reestructuración que prevé reducir los gastos públicos; contener la evasión tributaria que se mantiene en un 30% desde hace 15 años, y mejorar el desempeño de las empresas públicas.