"Dejar que el benceno fluya es lo peor que se puede hacer"

La reacción de las autoridades chinas ante el vertido de benceno ha sido el primer error en el manejo de la contaminación, afirma el técnico en Salud Medioambiental del ISTAS (Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud) de CC OO, Miquel Crespo. "Dejar que el benceno fluya es lo peor que se puede hacer", indica este experto.

Para Crespo, la primera medida que se debía haber tomado era actuar con barreras físicas. "El benceno no se diluye en el agua, y a bajas temperaturas, como parece que hay en la zona, menos". Por ello, la primera actuación, que se debía haber tomado "en las primeras 72 horas", era establecer barreras, como se hace cuando hay un vertido de petróleo en el mar, añade.

Como eso es precisamente lo que no se ha hecho, la cadena de reacciones adversas se sucede. "No se puede parar la vida de ciudades con más de tres millones de habitantes. El agua de boca es la menos problemática, porque se puede filtrar con carbón activo el agua y retirar el benceno". Este producto es una especie de esponja que además de actuar como un filtro normal atrae las moléculas de hidrocarburo por un juego de cargas en las moléculas, y que es muy eficaz para separar hidrocarburos del agua, añade Crespo. Pero aunque se restablezca el suministro de agua, el problema quedará en el río y sus orillas. Con las bajas temperaturas, el benceno se deposita más fácilmente en el fondo, y "limpiar suelos siempre es mucho más difícil", añade.