La UE alcanza un acuerdo que reduce las ayudas a la producción de azúcar

Los 25 ministros de Agricultura de la Unión Europea (UE) lograron ayer, finalmente, un acuerdo para reformar el mercado del azúcar, cuyas reglas permanecían casi intactas desde hace 40 años. El pacto alcanzado tras tensas negociaciones busca reducir la producción azucarera en Europa, y para ello establece un recorte gradual del 36% en el precio de intervención del azúcar (el que paga la UE por los excedentes) y una compensación del 64,2% de las pérdidas que sufran los agricultores a causa de la reforma, además de premiar a las industrias que cierren.

"Esta reforma va a permitir a los agricultores que quieran producir seguir haciéndolo, y a los que quieran abandonar, hacerlo en condiciones muy ventajosas", aseguró la ministra española de Agricultura, Elena Espinosa, tras tres días y una noche de negociaciones.

La reestructuración del mercado del azúcar pretende poner fin a los elevados excedentes de producción europeos que obligan a exportar millones de toneladas a otros países a bajo precio. Los países emergentes acusan a la UE de practicar el dumping y de inundar sus mercados con azúcar a precio de saldo. "Hoy es un día histórico. Este acuerdo nos permitirá acudir a Hong Kong con la reforma del azúcar en el bolsillo", aseguró al término de las negociaciones la comisaria de Agricultura de la UE, Mariann Fischer Boel.

Reunión de la OMC

La representante danesa aludía a la cumbre de diciembre en la que de darán cita los países de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para avanzar en la liberalización comercial y que ha encontrado en la agricultura su principal obstáculo. La Comisión Europea opina que el acuerdo de ayer reforzará la posición negociadora de los Veinticinco.

En cualquier caso, la Unión está obligada a cumplir los dictados de la OMC, que condenó al régimen azucarero europeo por exportar una cantidad de azúcar subvencionado mayor de la permitida. La Unión tiene hasta mayo de 2006 para cumplir el dictamen de la organización comercial.

La reforma azucarera, que se estima afectará a cerca de 20.000 agricultores y 3.000 trabajadores del sector en España, entrará en vigor en julio de 2006 y su aplicación será progresiva a lo largo de cuatro años. El primer año se aplicará una reducción de los precios del 20%; el segundo, del 25%; el siguiente, del 30%, y el cuarto año se procederá al recorte del 36%, lo que rebajará el precio de la tonelada de azúcar de 631,9 euros, hasta 404,42 euros. En sus términos iniciales (39% de recorte), las organizaciones agrarias estimaban que la reforma supondría una pérdida de 4.000 empleos directos. Los agricultores verán compensadas sus pérdidas en un 64,2% como ayudas directas sin límite temporal.

Los agricultores de los países que abandonen más de un 50% de su producción recibirán un 30% de las pérdidas adicionales durante un periodo transitorio de cinco años. Esto supone mantener ayudas ligadas a la producción, algo que la reforma pretendía evitar. Para las industrias que decidan abandonar, Bruselas establece un fondo de reestructuración destinado a la reconversión. Esta partida ascenderá a 730 euros por tonelada de azúcar abandonada durante los dos primeros años e incluye una reducción progresiva los dos siguientes.Un 10% del fondo podrá cederse a los agricultores y a compensar la amortización de maquinaria. Además de estas ayudas, España y otros cuatro países lograron ayer un paquete adicional para compensar los llamados "precios derivados". España, por ser un país que importa cerca de un 20% del azúcar y tener un precio más elevado que otros países europeos, verá compensado el recorte mayor con una partida de 10,7 millones anuales durante cinco años.

Fondo de diversificación

Por último, el texto de la reforma pactada ayer incluye un fondo de diversificación regional de 109 euros por tonelada en las dos primeras campañas y algo menos la tercera y la cuarta, destinado a inversiones en industrias con beneficios ambientales como el etanol o para políticas de empleo y desarrollo rural. Serán los Estados los encargados de gestionar este último fondo.

Las aspiraciones españolas también se vieron colmadas en relación con la demanda de los agricultores de siembra temprana. La Comisión Europea se comprometió a mantener los precios de la campaña 2005-2006 para los productores que sembraron en otoño sin conocer los resultados de la reforma.

Esta medida afecta sobre todo a los azucareros andaluces, alrededor de un tercio del total de españoles. Las negociaciones en Bruselas -"a cara de perro"-, como las calificó la ministra española Elena Espinosa, culminan un proceso iniciado hace año y medio. Hasta ayer, 11 países, entre los que se encontraba España, se oponían.