El valor de la producción hortícola de Almería crece en 10 puntos respecto a la campaña anterior

El valor monetario de la producción hortícola en el campo almeriense ha crecido casi 10 puntos respecto a la campaña anterior, hasta alcanzar los 1.433 millones de euros. Pese a que la producción ha descendido en volumen se ha experimentado un aumento del precio medio por unidad del producto del 11,6%. Son algunas de las conclusiones del Análisis de la Campaña Hortofrutícola de Almería (2004/2005) que ayer presentó el Instituto de Estudios de Cajamar. Los expertos enfatizan la "fase de madurez" que atraviesa la agricultura intensiva en Almería.

Según el estudio que Cajamar edita con carácter anual, en los últimos cinco años la producción, las exportaciones, los rendimientos e incluso los precios, oscilan levemente al alza o a la baja sin grandes cambios. "Quizás el hecho más significativo de la pasada campaña fueron las severas condiciones meteorológicas de finales de enero y principios de febrero, que han afectado a las cantidades producidas, la calidad de los productos y los precios", explica el jefe de estudios del Instituto de Cajamar, Roberto García Torrente. Sin embargo, las inclemencias meteorológicas sirvieron también para "comprobar" la utilidad de unas buenas estructuras de producción.

Las exportaciones se han mantenido en niveles similares a la campaña anterior, con un ligero descenso de las cantidades cifrado en 1,43 millones de toneladas y un incremento del valor de las mismas del 4%, hasta alcanzar un valor de 1.350 millones de euros. "Por segundo año consecutivo han descendido los envíos a Alemania y se han reducido las exportaciones a Francia. En sentido contrario, continúan aumentando las ventas a Holanda para su posterior expedición a otros mercados europeos. Italia se está consolidando como un destino importante", apuntó García Torrente.

Presión urbanística

Pero los analistas económicos también observan ciertas tendencias a tener en cuenta, como el incremento de la presión urbanística ejercida sobre numerosas zonas ocupadas por invernaderos. Esta situación, dicen, provocará el mantenimiento y conservación de las estructuras a corto plazo; a medio y largo plazo puede suponer la reinversión de parte de las plusvalías obtenidas en nuevas explotaciones.

Otro factor es la diversificación de productos de mayor valor y que pueden responder a la creciente competencia de terceros países. Pero desde el instituto se advierte de que las elevadas rentabilidades económicas que se obtienen en sectores como la construcción o el turismo están retrayendo recursos para reinvertir en el complejo agroalimentario. El informe refleja que frente a las crecientes producciones procedentes de Marruecos y Turquía, se constata que a lo largo de los últimos siete años el país que en mayor medida ha aumentado su cuota de mercado en Europa ha sido Holanda.