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La fuga de 2.500 litros de cloruro de zinc de un camión alarma en Tordera

El vertido llegó a una riera pero no afectó los acuíferos de la zona

El vertido de 2.500 litros de cloruro de zinc procedente de un camión que volcó la madrugada de ayer en la N-II a su paso por Tordera (Maresme) mantuvo en vilo a los habitantes de este municipio hasta primera hora de la tarde, cuando se descartó que el líquido, que llegó hasta una riera de la zona, hubiera afectado a los acuíferos próximos. Aun así, el agua de la que se abastece el municipio deberá ser analizada durante unas semanas para confirmar que no ha habido contaminación. La N-II se cortó durante varias horas, lo que provocó un gran caos circulatorio.

El incidente se produjo poco antes de las seis de la mañana, cuando un camión que transportaba 14 contenedores de cloruro de zinc, una sustancia altamente corrosiva, volcó en el cruce entre la carretera N-II y la GI-512, en la rotonda conocida como de Can Bertolí. El accidente provocó la rotura de 10 de los contenedores y unos 2.500 litros del producto tóxico se derramaron, lo que obligó a la Dirección de Emergencias de la Generalitat a activar el plan para accidentes en el transporte de mercancías peligrosas, el Transcat.

Ante el temor de que el vertido originara una nube tóxica, el Ayuntamiento de Tordera optó en un primer momento por dar instrucciones a los habitantes del municipio para que no salieran de sus casas. Sin embargo, esta drástica medida se descartó poco después al comprobarse que no había peligro para la salud pública y que las posibilidades de que el vertido acabara produciendo una nube tóxica eran prácticamente nulas.

Restos en la riera

Un total de 30 camiones de bomberos con sus dotaciones se desplazaron hasta el lugar para contener el derrame del cloruro de zinc y obstruir el paso por el que el producto empezaba a caer a la riera Valldemaria, que desemboca al río Tordera. Inspectores de la Agencia Catalana del Agua (ACA) desplazados al lugar detectaron restos de gasóleo mezclado con cloruro de zinc bajo el puente que atraviesa la riera y aseguraron que ésta sólo resultó afectada "superficialmente" por el vertido. También se detectaron restos del producto en un alcantarillado que va a parar a unos antiguos humedales. La contaminación no alcanzó, sin embargo, el lecho del río Tordera.

Como medida preventiva, el Ayuntamiento cortó el suministro de agua a las viviendas de las urbanizaciones de Sant Daniel y Mas Mora, pero el servicio se restableció al mediodía, después de que los técnicos de la Agencia Catalana del Agua dieran los resultados de los primeros análisis, que confirmaron la potabilidad del agua.

Fuentes del Ayuntamiento señalaron, sin embargo, que el agua de los pozos de abastecimiento deberá ser sometida durante varios días a controles periódicos para confirmar que no ha existido contaminación alguna. Fuentes del Departamento de Medio Ambiente de la Generalitat, a cuyo frente figura Salvador Milà, señaló ayer, sin embargo, que el riesgo de que haya afectación "es muy bajo".

Los trabajos de los bomberos para contener el derrame y trasvasar a unas cubas el líquido que todavía quedaba en los contendores del camión accidentado se prolongaron hasta las 13.20 horas, cuando se desactivó el plan Transcat a pesar de que los bomberos siguieron limpiando la zona durante unas horas más.

Hasta que no se retiró el camión accidentado de la calzada no se pudo restablecer la circulación por la carretera N-II, habitualmente muy cargada de tráfico, especialmente durante las primeras horas de la mañana. También permanecieron cortadas durante toda la mañana la carretera GI-512 en dirección Tordera y la GI-600 hacia Blanes. El desvío de los vehículos por el centro urbano de Tordera provocó un gran colapso circulatorio. Los vehículos también fueron desviados por la autopista AP-7.

A pesar de la aparatosidad del accidente, el conductor del camión sólo sufrió heridas leves, de las que fue atendido en el Hospital de Blanes, donde ayer mismo recibió el alta. Los Mossos d'Esquadra investigan las causas del accidente.

Los servicios de emergencias apuntaron ayer la posibilidad de un exceso de velocidad del camión como causante del siniestro. El conductor del vehículo, sin embargo, negó este extremo, aseguró que la velocidad que llevaba era la adecuada y que el camión volcó porque el peso del líquido que transportaba habría desestabilizado el vehículo al entrar en la curva de la rotonda desde la que se accede al centro urbano de Tordera, es decir, porque se había producido un corrimiento de la carga que acabó volcando el camión.

La empresa propietaria del vehículo, con sede en la población de Sant Esteve Sesrovires (Baix Llobregat), se hizo cargo del trasvase y de la retirada del líquido vertido.

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