Los presidentes del PP se centrarán en criticar el Estatuto catalán

Los presidentes de las autonomías gobernadas por el PP consideran "una maniobra de distracción a la que ninguno se va a prestar" que el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, pretenda dedicar el debate sobre el Estado de las autonomías a la reforma del Senado. En la reunión que mantuvieron el pasado viernes en Barcelona acordaron con Mariano Rajoy, su líder, plantear al unísono que "el verdadero problema territorial que Zapatero ha provocado es el cambio del modelo de Estado que define la Constitución a través del nuevo Estatuto catalán y no la reforma del Senado".

Ceuta y Melilla culparán al Gobierno de las avalanchas de inmigrantes

La cúpula del PP considera "una burla" que Zapatero pretenda dedicar el debate sobre el estado de las autonomías que empieza hoy en el Senado a la reforma de la Cámara alta. Ésa es una de las cuatro reformas de la Constitución que el jefe del Ejecutivo anunció en su discurso de investidura que quería emprender.

Rajoy le contestó entonces que estaba dispuesto a negociarlas como un paquete global que tenía que incluir las reformas de los estatutos de autonomía. Después, tal como reitera sistemáticamente el líder de los populares, fue con su oferta de pacto global a La Moncloa el pasado 14 de enero. Cuando vio que aquello era imposible, Rajoy dejó claro que el PP no aceptará que se cuente con su partido para aquellas reformas en las que es aritméticamente imprescindible (las de la Constitución) y se le esquine en las que considera igual de relevantes aunque sea numéricamente superfluo (las de los estatutos de autonomía). La única excepción a este rechazo es la reforma constitucional en la sucesión de la Corona para que la infanta Leonor llegue a ser reina de España aunque tenga en el futuro hermanos varones.

Como Rajoy anunció a principios de año que la posición del PP sobre las reformas de la Constitución estaba sujeta al principio de "todo o nada", el anuncio de que Zapatero quiere dedicar a eso el debate es, para los presidentes autonómicos del PP, una "inaceptable maniobra de distracción". Además, según el portavoz del PP en el Senado, Pío García Escudero, "Zapatero es el menos indicado para hablar de los calendarios o el procedimiento de la reforma del Senado. Eso debe proceder del propio Senado, de sus grupos parlamentarios, no del Gobierno".

García Escudero y Soraya Sáenz de Santamaría, responsable de Política Autonómica del PP, aseguraron ayer que los presidentes de ese partido preguntarán hoy a Zapatero por los recortes que hará al proyecto de Estatuto catalán después de recriminarle no haberlo hecho, según ellos, en el debate del Congreso el pasado miércoles.

Sáenz de Santamaría anunció que los presidentes del PP preguntarán a Zapatero "si España va a seguir siendo un Estado de las autonomías o va a permitir que aparezcan nuevas naciones". Esta reclamación se apoyará en la última declaración de Pasqual Maragall, presidente de la Generalitat, ayer en el diario Abc. Maragall afirmó que "en España hay tres naciones seguras y alguna probable", y avisó: "No pasaremos por no ser una nación ni por un sistema financiero insuficiente".

Por eso, los presidentes autonómicos populares preguntarán al presidente del Gobierno y a sus homólogos de las comunidades socialistas "si España seguirá siendo la única nación española o habrá tantas como dice Maragall".

Inmediatamente, pretenderán saber si habrá una financiación especial para Cataluña o si el modelo seguirá siendo el resultado de un pacto entre todos. Ahí el PP busca que los presidentes de autonomías socialistas contesten si están dispuestos a permitir "que haya diferencias entre las comunidades o si seguirán defendiendo la igualdad y solidaridad que propugna la Constitución". El presidente de Baleares, Jaume Matas, aseguró ayer a Europa Press que habrá "unidad de acción" y anunció que todos reclamarán a Zapatero que concrete las cuestiones más polémicas del Estatuto catalán, como la financiación o las competencias exclusivas del Estado que pretende asumir Cataluña. "Queremos saber de qué hemos de morir", afirmó.

La única excepción a la catarata de preguntas sobre el Estatuto catalán la plantearán los presidentes de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, Juan José Imbroda y Juan Jesús Vivas. Éstos dirigirán el grueso de sus discursos a censurar la política de inmigración del Gobierno. Culparán a Rodríguez Zapatero, por "imprevisión" y por "su errónea política de efecto llamada", de las avalanchas de inmigrantes sufridas por sus ciudades el mes pasado. Y reclamarán medidas.