La presión urbanística provoca que los precios de tierra agraria crezcan más que las rentas agrícolas
Analistas Económicos de Andalucía cifra el incremento del último año en un 7%
La presión urbanística influye en el precio de la tierra agraria en Andalucía, que durante el año 2004 aumentó un 7%. El informe anual del sector agrario que elabora Analistas Económicos de Andalucía, del grupo Unicaja, constata que en las zonas del litoral y del interior andaluz los precios que se pagan por las tierras están por encima de las rentas agrarias que las mismas generan, pues "vienen condicionados por el valor que pueden alcanzar las tierras en caso de convertirse en urbanizables". Cádiz, Huelva y Jaén fueron las provincias donde se registraron los mayores incrementos.
Los precios de la tierra agraria de la comunidad andaluza se incrementaron el último año un 7%, dos puntos menos que en 2003. El crecimiento ha sido desigual, pues mientras las tierras de cultivo subieron un 6,71%, las tierras ocupadas por pastizales lo hicieron el 15,5%. A diferencia de años anteriores, las tierras de secano se han revalorizado más que las de regadío, con aumentos del 7,41% y 6,09%, respectivamente. Los cultivos que más han incidido en la evolución general de precios de la tierra en Andalucía, por tener una mayor ponderación o representatividad, han sido el olivar, principalmente el de transformación de secano, y las tierras de labor, tanto de secano como regadío.
Para Francisco Villalba Cabello, director de Analistas Económicos de Andalucía, en el precio de la tierra se dan una serie de factores que inciden en la formación del mismo. "Por un lado", asegura, "está su consideración como bien patrimonial y de inversión y, por otro, su consideración como factor de producción". Respecto al primer aspecto, Villalba indica que hay factores de estatus social que intervienen en la formación del precio que nada tienen que ver con la rentabilidad de la propia inversión financiera.
En cuanto a su consideración como factor de producción indica que existen empleos alternativos (inmobiliarios) que inciden en la formación del precio. "Evidentemente, la creciente presión urbanizadora, incide en el cambio de uso y consecuentemente en las expectativas de obtención de flujos de ingresos de ese factor productivo, al igual que inciden las posibles ayudas o no, a los empleos agrarios de la tierra", subraya.
En el informe de Analistas Económicos de Andalucía se admite que en la determinación del precio de la tierra "se debe tener en cuenta la presión urbanística que, aunque se da fundamentalmente en la costa, es un fenómeno que se ha ido extendiendo en los últimos años hacia comarcas del interior". Esto ha provocado, se señala en el estudio, "que los precios que se pagan por las tierras estén por encima de las rentas agrarias que las mismas generan, ya que vienen condicionados, además de por el tipo de aprovechamiento, por el valor que pueden alcanzar dichas tierras en el caso de convertirse en urbanizables".
En la evolución de los precios de la tierra agraria en los próximos años va a jugar un papel decisivo la reforma de la Política Agraria Común (PAC) aprobada en 2003 y que empezará a aplicarse en España en 2006. Para Analistas Económicos, la decisión de asignar los derechos de cobro de las ayudas a los cultivadores y no a los propietarios es un punto que puede contribuir a la estabilidad y hasta posible rebaja de las cotizaciones. "El valor de las tierras, además de por sus posibilidades de producción, estará en función de los derechos de pagos de ayudas que tenga cada superficie", se señala en el informe.
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