Los pescadores levantan el bloqueo de los puertos pese al descontento con el acuerdo

A regañadientes, pero ayer los pescadores de la Comunidad Valenciana levantaron el bloqueo de los puertos de Castellón, Valencia, Sagunto, Gandia, Dénia y Alicante. La decisión se fue concretando a lo largo de la mañana. Y cuando la estela de los pesqueros aún no había desaparecido, los puertos comerciales buscaban ya la forma de oxigenar la actividad. En Valencia, por ejemplo, el final del bloqueo fue presenciado por 31 barcos (otros seis se habían marchado).

Los barcos que estos días estuvieron fondeados frente a la bocana acabaron de entrar en puerto alrededor de las 20.30. El puerto explicó que la prioridad de salida fue para el buque Sorolla de Trasmediterránea, que lleva entre su carga alimentos con destino a Baleares. Los barcos con mercancía perecedera salieron después.

El desbloqueo vino acompañado del realizado por los mayoristas de pescado de Mercavalencia -que suministra género además de a la provincia de Valencia a la de Alicante- que tras dos noches de cierre anunciaron la vuelta a la normalidad durante este madrugada. Vuelta a la normalidad que de momento implica la venta de pescado de alta mar, ya que para encontrar producto de la playa habrá que esperar al sábado porque los pescadores no saldrán a trabajar hasta hoy. Los efectos de la huelga sobre los comercios y restaurantes, con todo, eran aún ayer muy evidentes por lo que a la escasez de género se refiere.

También en Castellón el desbloqueo de los accesos por mar y tierra al puerto provocó, a última hora de la mañana y durante la tarde, una actividad frenética. La Autoridad Portuaria de Castellón, que ayer presentaba su proyecto de ampliación en Madrid, restableció el tráfico marítimo para ordenar la llegada de los cinco buques pendientes de entrar y la salida de otros diez. Hasta el restablecimiento total, el Servicio de Vigilancia Marítima se encargó de regular el movimiento de las embarcaciones de pesca que todavía permanecían fondeadas en la bocana.

En Alicante, los más reticentes a abandonar la protesta fueron los pescadores de la Marina Alta, especialmente los de Dénia, que hoy no faenarán, y Xàbia. En la primera localidad, además, se mantuvo la manifestación convocada antes de conocerse el acuerdo alcanzado en Madrid.El desbloqueo de los puertos se produjo a pesar de que un fuerte descontento era la tónica dominante ayer en el sector pesquero valenciano. Las críticas arreciaron desde todos los puntos del territorio. Así, por ejemplo, un representante de la Cofradía de Pescadores de Cullera explicó tras la asamblea celebrada por la tarde para informar sobre el acuerdo que los pescadores "no están conformes, ni mucho menos", aunque por ahora vuelven al trabajo.

En la misma línea, horas antes, el presidente de la cofradía de Valencia, José Ramón Domingo, criticó que a pesar de que "al final" han firmado el acuerdo, se sienten "engañados y marginados". Domingo también se mostró muy crítico con la Administración valenciana. "Los marineros de la Comunidad Valenciana estamos muy contentos con Rita Barberá y con Camps [Francisco]", ironizó el dirigente pesquero, "que ni han venido a vernos". Atención que comparó con la que ha recibido la recién nombrada fallera mayor de Valencia.

En Alicante, la cofradía de Dénia convocó a las doce una manifestación en protesta por el precio del carburante y en rechazo por el compromiso de Madrid. "Han firmado nuestra sentencia de muerte", se quejó el presidente en funciones de la cofradía, Nicolás Gimeno. "El hecho de que nos hayamos ido de los puertos no significa que nos hayamos rendido", avisó. Alrededor de 200 personas secundaron la protesta. Y por la tarde, los pescadores de Dénia y Xàbia se reunieron, respectivamente, en asamblea para analizar el pacto y plantear nuevas movilizaciones. Gimeno criticó que sus representantes, en alusión al presidente de las cofradías, Juan Cervantes, y a su homólogo provincial, Vicente Catalá, no han defendido sus intereses. Por ello, los pescadores afiliados reclamaron la dimisión de Catalá.

Los pescadores de Dénia decidieron no salir a faenar hoy. No obstante, según informó Gimeno, la flota reanudará su trabajo el lunes. Vicente Catalá, presidente de la Federación Provincial de Cofradías de Alicante, se defendió de las acusaciones de no defender los intereses de los pescadores al asegurar que forzó la negociación "hasta el final". "No tuve más remedio que firmar. Me quedé solo ante toda España", añadió. Respecto a las peticiones de dimisión que formuló el presidente de la cofradía de Dénia: "Si creen que no tengo que estar ahí, y que otra persona lo va a hacer mejor están en su derecho". Xàbia anunció que aprobará ayudas para paliar las pérdidas de los marineros.

También en Alicante, horas antes de quedar normalizada la situación en Dénia, tres personas, entre ellas un matrimonio de ancianos, fueron evacuados por una embarcación de Salvamento Marítimo. La pareja reclamó ayuda porque necesitaban su medicación. Otra mujer, de mediana edad, también fue trasladada a causa de un ataque de ansiedad. Las tres personas fueron atendidas en el muelle y dadas de alta.

En Castellón, por otro lado, las acciones de protesta desarrolladas por los piquetes, que durante estos días han recorrido los mercados, supermercados e hipermercados, han tenido como consecuencia la detención de dos pescadores. La primera se produjo el miércoles, mientras que la segunda tuvo lugar ayer después de que un hipermercado presentara una denuncia por los daños producidos en el género durante una de las "visitas" de los pescadores. La denuncia del establecimiento se basa en los daños ocasionados por los pescadores, que tiraron al suelo el producto congelado. Según la Subdelegación del Gobierno en Castellón, ambos han sido puestos en libertad con cargos.

Sin embargo, el acuerdo alcanzado por los dirigentes pesqueros no fue satisfactorio para la Cofradía de Castellón, cuyos miembros se reunieron por la tarde para concluir solicitando la dimisión del presidente de la Federación de Cofradías de la provincias de Castellón, Salvador Orero, por el que se sienten "engañados".