Del mar a las granjas

Pescanova, con una facturación de 940 millones de euros, más de medio centenar de sociedades y presencia en una treintena de países, es una de las 10 primeras empresas pesqueras del mundo. Con un total de 120 barcos ubicados en algunos de los caladeros más importantes vía sociedades mixtas, la empresa gallega mantiene como actividad prioritaria la pesca extractiva en la mar. Sin embargo, la multinacional española ha hecho igualmente su apuesta en inversiones por la acuicultura, que ya supone más del 30% del pescado comercializado por el grupo.

El grupo gallego faena en aguas de Australia, Namibia, Chile, Argentina, Uruguay, Mozambique e islas Malvinas, entre otros caladeros

Ir por delante, tratando de buscar soluciones ante los problemas que puedan surgir, constituye uno de los ejes de la filosofía del grupo gallego, según sus responsables, aunque ello haya supuesto la necesidad de asumir inversiones y deudas que no serían necesarias si se limitaran a esperar el futuro.

Pescanova, apenas constituida como sociedad, desembarcaba en 1961 en el puerto de Vigo las primeras partidas de merluza congelada procedentes del otro lado del Atlántico en medio de la sorpresa de los trabajadores de la lonja, que observando el producto exclamaban "isto non e un peixe, e un pau" ("esto no es un pez, es un palo").

En los años siguientes, mientras el conjunto del sector pesquero que operaba en caladeros exteriores confiaba sus posibilidades de faenar a los importantes acuerdos suscritos por la Administración española con terceros países y más tarde por la Unión Europea, Pescanova ponía en marcha su propia estrategia basada en la constitución de sociedades participadas en una buena parte de los países donde había caladeros con buenas posibilidades de pesca, en especial en África y América

Esta política le supuso en los años noventa un fuerte endeudamiento por las inversiones acometidas para tener una flota importante. Sin embargo, se trataba de una inversión con la mirada en el medio y largo plazo cuyos resultados se están observando hoy.

En la pesca de altura y gran altura en aguas reguladas por organismos internacionales o en caladeros de terceros países, debido a la reducción de recursos, cada día es más complicado el acceso de la flota española congeladora. Limitaciones derivadas de las dificultades que tiene la UE para lograr nuevos acuerdos y de la reducción de las posibilidades de pesca.

Frente a este problema, Pescanova, a través de sus participadas y no mediante los acuerdos comunitarios, tiene la posibilidad de faenar en algunos de los caladeros más importantes respetando sólo las reglas de juego aplicadas para las empresas de cada país.

De acuerdo con la actual situación de las pesquerías y las posibilidades de pesca en el mundo, uno de los activos más importantes del grupo Pescanova hoy es la presencia de sus 120 congeladores en caladeros de todo el mundo. El grupo gallego se halla en los caladeros de Australia, donde dispone de un 70% de la cuota de pesca; cuenta con una treintena de barcos en Namibia, donde se han reducido las posibilidades de pesca por estar el caladero muy castigado, y con otros 30 barcos en Argentina para la captura de diferentes especies. Dispone de una veintena de barcos en Chile, 29 en Mozambique y otras unidades en países como Uruguay e islas Malvinas.

De acuerdo con esta distribución de su flota, el volumen de pesca extractiva en el mar por el grupo Pescanova se sitúa en algo más de 100.000 toneladas anuales. Sin embargo, a pesar de disponer de esta elevada oferta procedente de las pesquerías, la estrategia del grupo en los últimos años se ha centrado en el desarrollo de la acuicultura, tanto en aguas nacionales como en terceros países. Hoy cuenta, a partir de la acuicultura, con una oferta de casi 50.000 toneladas (fundamentalmente salmón, rodaballo, lubina, dorada, lenguado y langostinos).

Según los datos manejados por el grupo, las inversiones en los últimos años se han situado en una media de unos 30 millones de euros, tanto para el desarrollo de la acuicultura como para seguir con el permanente proceso de renovación de las flotas.

De las inversiones en la acuicultura, la más importante hasta la fecha ha sido la llevada a cabo en Chile para la producción de unas 25.000 toneladas de salmón, mientras en España esas inversiones se han situado entre 1999 y 2002 en 23 millones. Pescanova tiene en marcha un proyecto para la construcción de un centro acuícola para el engorde de rodaballo en Muxía (A Coruña) con una inversión de 50 millones de euros, donde sólo falta la autorización de la Xunta para producir unas 40.000 toneladas.