"Sea o no un hombre de paz, Sharon es nuestro interlocutor"
Mahmud Abbas ha visitado por primera vez España desde su elección, en enero de 2005, como sucesor del fallecido Yasir Arafat. En una conversación con EL PAÍS en vísperas de su viaje a la capital de EE UU, Abu Mazen, como es conocido popularmente en el mundo árabe, afirma que George W. Bush debe presionar a Israel para que suspenda la construcción de nuevos asentamientos, especialmente en las zonas próximas a Jerusalén, y para que permita a los palestinos organizar libremente elecciones legislativas, previstas en enero próximo. Esos comicios, sostiene el presidente palestino, son una buena oportunidad para que el movimiento radical Hamás abandone las armas y se sume al proceso político. "Hamás forma parte del pueblo palestino y nadie puede excluirlos", afirma Abbas. "Creo que una vez obtengan representación en el Consejo Legislativo Palestino [Parlamento], formarán un partido político".
"Bush nos prometió utilizar sus buenos oficios para lograr que los israelíes cesaran en la construcción de asentamientos y del muro"
"Hamás forma parte del pueblo palestino y nadie puede excluir a sus miembros. Una vez en el Parlamento, formará un partido político"
"España nos apoya en todos los campos: político, económico... Está mediando entre nosotros y los israelíes. Juega un papel eficaz"
Abbas (Safed, 1935) viaja a Washington debilitado políticamente por profundas divisiones en el seno de su partido, Al Fatah, y por la ruptura del diálogo bilateral a iniciativa del Gobierno sionista, tras el atentado del pasado domingo que causó la muerte de tres colonos israelíes. Su objetivo es retomar cuanto antes la llamada Hoja de Ruta para negociar la formación de un Estado independiente, pero antes exige la retirada del Ejército israelí de las ciudades de Cisjordania y la liberación de los presos palestinos.
Pregunta. ¿Qué expectativas tiene ante su viaje a Washington? ¿Qué va a pedir a Bush?
Respuesta. Durante mi última visita a Washington [el pasado mayo], el presidente Bush nos prometió muchas cosas, especialmente el cumplimiento de los acuerdos de Sharm el Sheij [firmados en 1999 para restablecer la autonomía palestina]. También nos prometió utilizar sus buenos oficios para lograr que los israelíes cesaran en la construcción de asentamientos y del muro, sobre todo en Jerusalén, así como que trataría de convencer a los israelíes de la necesidad de retomar la Hoja de Ruta. Queremos recuperar la Hoja de Ruta, paso a paso, hasta que lleguemos a la cuestión del estatus final de los territorios. Además, nos prometió mucha ayuda económica. Nos dijo que nos daría 300 millones de dólares [unos 250 millones de euros]. Hasta ahora nos ha entregado 50 millones para la red de agua en la franja de Gaza, y le voy a pedir que cumpla el resto de sus compromisos para que podamos hacer inversiones en Gaza.
P. ¿Podrá participar Hamás en las elecciones de enero? Israel parece decidido a impedirlo a toda costa.
R. Espero que Hamás participe. Hamás forma parte del pueblo palestino y nadie puede excluir a sus miembros. Creo que una vez obtengan representación en el Consejo Legislativo Palestino [Parlamento] formarán un partido político.
P. ¿Cómo se podría convencer a los radicales palestinos para que renuncien a la violencia?
R. Nada más tomar posesión como presidente de la Autoridad Palestina conseguí que todos los grupos palestinos decretasen una tregua, y después firmamos otro acuerdo para suspender los desfiles militares en las calles de las ciudades palestinas. Todo el mundo está respetando la tregua.
P. Pero el atentado del domingo supuso precisamente una ruptura de esa tregua.
R. El atentado no fue cometido por la Yihad Islámica, ni por Hamás, ni por las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa. Se trata de gente aislada, a la que nosotros llamamos "la tercera parte". El asunto está siendo investigado.
P. ¿No teme que Israel utilice la reanudación de la violencia como argumento para no colaborar en la organización de las elecciones?
R. Ya lo han utilizado como pretexto para suspender el diálogo con nosotros, pero espero superar pronto estos problemas.
P. ¿Es posible firmar la paz con el primer ministro israelí, Ariel Sharon? ¿Es Sharon un hombre de paz?
R. Sea o no sea un hombre de paz, es nuestro interlocutor, Sharon es el primer ministro elegido por los israelíes. Tenemos que tratar con él, dialogar con él. Sabemos que es un hombre difícil, al que no es fácil arrancar concesiones, pero tenemos que intentarlo, pues no hay otra alternativa.
P. ¿Y si el ultraderechista Benjamín Netanyahu gana las elecciones primarias del Likud y llega a primer ministro?
R. No puedo hacer comentarios sobre ese asunto. Es una decisión que debe tomar el pueblo israelí. Si Netanyahu es elegido, de acuerdo, tendremos que tratar con él. Tendremos que tratar con cualquier persona que los israelíes elijan. No podemos imponerle a los israelíes un representante para hablar con nosotros.
P. ¿Cuál es el paso más urgente para volver al cumplimiento de la Hoja de Ruta?
R. La retirada del Ejército israelí de las ciudades de Cisjordania. Después, la liberación de nuestros presos. Éste es un asunto crucial para los palestinos. Tenemos 11.000 presos en las cárceles israelíes. Israel debería liberar a algunos y después podremos sentarnos en torno a una mesa para hablar sobre el estatus final, los asentamientos, Jerusalén, los refugiados...
P. Volviendo a su viaje a Washington, ¿cree que el presidente Bush está de verdad comprometido con el proceso de paz?
R. Hasta ahora, creemos que Estados Unidos sí está comprometido. Está trabajando muy duramente a favor del proceso de paz. Espero que nos ayude.
P. Siria atraviesa una grave situación política. ¿Cómo puede afectar al proceso de paz?
R. No quiero hablar de Siria. Los palestinos no tenemos problemas con los sirios, tenemos una relación normal. Si tienen dificultades con otras partes, eso son cosas que deben resolverse entre los interesados.
P. ¿Qué papel puede jugar España en el proceso de paz?
R. España está cooperando mucho con nosotros. Nos apoya en todos los campos: político, económico... Está mediando entre nosotros y los israelíes. España está jugando un papel muy eficaz.
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