El presidente de Colombia critica la proliferación de cumbres
El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, propuso incorporar en la relación de reformas pendientes de Naciones Unidas la reducción del número de cumbres, su agrupamiento cuando sea posible, la sustitución de algunas por videoconferencias y un generalizado abaratamiento de costes. "Hay que hacer austeridad en la diplomacia mundial", subrayó ayer en conferencia de prensa. "Además no queda bien visto que cuando nos convocamos en la ONU para hablar de la cohesión social, de la justicia social, de la inversión social, tengamos que acudir allí 150 jefes de Estado cada uno con una enorme delegación y altos costes".
La proliferación de reuniones internacionales en América Latina, cargadas todas de retórica y poco fructíferas, suele tener efectos negativos, señaló el gobernante colombiano. "De pronto, por tener que atender tantas cumbres, se descuidan asuntos internos", dijo. "Se crea alguna sensación de preocupación en el pueblo de cada país por la preocupación de que esas cumbres lleguen a parecerse a turismo presidencial".
La lista de cumbres presidenciales, o encuentros ministeriales o de alto nivel es larga: la Cumbre Suramericana, las reuniones de la Comunidad Andina, del Mercosur, las efectuadas por la Comunidad Andina con el Mercosur, el Grupo de los 15, el Grupo de Río, la Cumbre Iberoamericana y la Cumbre de las Américas, entre otras.
Uribe llegó a Salamanca precedido por unas declaraciones contra la celebración de "tantas cumbres" y "tan seguidas (...) que se vuelven detestables (...) y se convierten en turismo presidencial". Confesó haber viajado a España porque le tocaba.
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