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Sanidad fracasa en el reto de reducir los embarazos accidentales en adolescentes

Rambla dice que se ha cumplido el 63% del Plan de Salud 2001-2004

La Consejería de Sanidad no ha sido capaz de cumplir con el objetivo que se fijó en 2001 de reducir el número de embarazos no deseados entre adolescentes. El consejero de Sanidad, Vicente Rambla, presentó ayer el balance del Plan de Salud de la Comunidad Valenciana 2001-2004, en el que la consejería se fijó 78 retos para mejorar la salud de los valencianos en áreas tan distintas como sexualidad, seguridad alimentaria, alcohol y drogas, cáncer, enfermedades cardiovasculares o del aparato respiratorio. De todos los objetivos -menos siete que aún no se han evaluado-, Rambla señaló que se han conseguido en su totalidad el 63,4%, otros 35,2% parcialmente -es decir, que pese a no cubrirse totalmente, se han conseguido resultados positivos- y en el 1,4% (el relativo a los embarazos en jóvenes) se ha fracasado.

En 2003 se quedaron embarazadas 17,5 de cada 1.000 chicas de entre 15 y 19 años

Este objetivo consistía en disminuir el número de gestaciones no deseadas entre adolescentes. En 2001, la tasa estaba en 16,8 por cada 1.000 mujeres de 15 a 19 años. De ellas, 7,7 acababan en una interrupción voluntaria del embarazo, mientras que las 9,1 restantes, en parto. Dos años más tarde, los abortos suman ya 8,3 y los nacimientos rebasan la cifra de 9,2, más del 17,5 por 1.000. A pesar de no contar con los datos de 2004, Rambla comentó ayer que las previsiones apuntan a que "no se ha conseguido en absoluto" el objetivo de disminuir la tasa. Ante estos resultados, el consejero comentó la necesidad de "seguir reforzando la educación y fomentar un debate sobre la sexualidad en nuestro entorno" y de mantener campañas dirigidas a fomentar "una sexualidad segura", pese a reconocer que de momento "no están dando los resultados deseados". Pese a esta situación, Rambla no se mostró favorable a cambiar la normativa sobre la píldora del día después, que sólo se facilita por prescripción facultativa, en el caso de que el especialista esté dispuesto a hacerlo, lo que no sucede en todos los casos, por ejemplo, en servicios de urgencias hospitalarias.

Entre los objetivos parcialmente conseguidos, el responsable de sanidad se refirió a la detección precoz del cáncer de colon. En cuatro departamentos de salud se han puesto en marcha programas piloto, pero fuera de tiempo (este año y no en 2004), por lo que se considera como una meta alcanzada en parte. También se ha logrado reducir la mortalidad por cáncer de pulmón: del 71,4 por 100.000 habitantes en 2001 se ha pasado a 68,6 en 2003. Sin embargo, no se ha llegado al listón del 10% menos, por lo que se ha conseguido a medias.

Rambla puso como ejemplo de objetivo cubierto el aumento del 10% de ex fumadores (11,8% en 2001 y 21% en 2005) o el descenso del 10% de brotes de toxiinfecciones alimentarias. En este caso, se ha pasado de 103 brotes en 2001 a 84 brotes en 2004. A ellos sumó la normalización de criterios asistenciales para pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica, el diseño de un programa para los trastornos mentales de infancia y adolescencia, o la aprobación de la ley de derechos e información del paciente.

Rambla indicó que el borrador del plan de Salud 2005-2008 será presentado en las próximas semanas para que sea debatido por los diferentes colectivos, colegios profesionales y sociedades científicas y hagan aportaciones de cara a su redacción definitiva. El Plan de Salud "tiene que ser nuestra guía y referencia permanente para que todas las políticas sanitarias que planteemos estén en la búsqueda de esos objetivos".

La consejería estudia cómo bajar el gasto en resonancias

Ante el aumento desmedido del gasto, Sanidad está estudiando fórmulas alternativas a la actual para abonar los diagnósticos de resonancia magnética nuclear que cedió a las empresas privadas Beanaca y Eresa a través de un concurso. Actualmente, las concesionarias facturan por cada prueba que practican y entre 1999 y 2004, éstas se han multiplicado hasta dispararse un 176% frente a la media estatal del 33%. Bajo esta fórmula de cobro, sólo en 2004 el sobrecoste por este servicio fue del 70% (un total de 34,69 millones de euros) respecto a lo inicialmente previsto de 20,26 millones.

Vicente Rambla pretende pagar per cápita, es decir, una suma cerrada definida por las personas que residan en el área de salud en las que se cuenten con un equipo. De esta forma, se pretende una facturación cerrada independientemente del número de pruebas que se practiquen. El consejero negó tener previsto revocar el convenio con las empresas y adquirir equipos propios, ya que, dijo, el servicio "está dando muy buenos resultados".

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