Tinto persuasivo

Lauren Rosillo no es enólogo que se achique ante las propuestas más audaces. Al contrario, emocionado con la aventura, no ha dudado en tirarse de cabeza a la piscina sin saber si había o no vino... de calidad. Porque una cosa es elaborar un tinto en La Mancha con variedades habituales como la tempranillo o la sin par garnacha, y otra muy distinta utilizar la uva toscana sangiovese, aunque sea en compañía del castellanizado cabernet sauvignon, con un toque del muy español mazuelo. ¿Marketing a la desesperada? Quizás, aunque la audacia es muy propia de los Bujanda, propietarios de la bodega. En cualquier caso se trata de un vino bueno, incluso muy bueno, aunque su peculiar carácter nada tenga que ver con lo que uno espera de tierras manchegas. Su intensa frutosidad es más mediterránea, con la fuerza sensual de los vinos meridionales. No es muy concentrado; se aprecia su elegancia y la finura de aromas a frutos rojos, tomillo y especias, su jugosa textura y sus nobles taninos. En boca es amplio, con una vena de acidez que asegura el envejecimiento. Un tinto persuasivo.