El nuevo huracán obliga a evacuar a decenas de miles de personas en EE UU
Miles de desplazados del Katrina se ven obligados a huir de su refugio en Tejas
La costa del sureste de Estados Unidos se preparaba ayer para la llegada de un nuevo Katrina. Embravecido por las cálidas aguas del golfo de México, el huracán Rita continuaba su avance hacia el Estado de Tejas con vientos superiores a los 245 kilómetros por hora. En pocas horas ha alcanzado la categoría 5 en la escala Saffir-Simpson, la misma del Katrina. El alcalde de Houston, Bill White, pidió a los residentes en las zonas más vulnerables de la ciudad que hicieran preparativos para abandonar sus casas ante la llegada de la nueva tormenta.
Según los pronósticos del Centro Nacional de Huracanes, la tormenta tocará tierra el sábado en el litoral tejano cerca de Galveston. Las autoridades ordenaron ayer la evacuación de esta ciudad de 57.000 habitantes, construida sobre una isla en el golfo de México, a escasos kilómetros al sur de Houston. "La lección que hemos aprendido del Katrina es que la gente no salió a tiempo", afirmó la alcaldesa de Galveston, Lyda Ann Thomas, tras declarar el estado de emergencia. "No queremos que aquí ocurra lo mismo". Galveston vivió la catástrofe natural con más víctimas mortales en la historia de EE UU cuando un huracán acabó con la vida de 6.000 vecinos en el año 1900. Antes de marcharse en sus coches, muchos vecinos cubrieron con planchas de madera las ventanas de sus casas. Otros residentes fueron evacuados en autobuses hacia refugios de Huntsville, en Tejas, y los enfermos del hospital local fueron trasladados en helicópteros y ambulancias a varios centros sanitarios del Estado.
En Houston, miles de víctimas del Katrina procedentes de Nueva Orleans fueron obligadas a hacer de nuevo sus maletas y evacuar el pabellón deportivo Reliant Arena, principal refugio de la ciudad tejana. "No tengo elección", declaró Wayne Sylvester al diario The Times Picayune, de Nueva Orleans. "Si me quedo aquí, ¿dónde voy a vivir?".
Algunos salieron en aviones hacia la base militar de Fort Chafee, en Arkansas, y los que tenían miedo de volar viajaron toda la noche en autobuses. Otros, los más afortunados, fueron alojados en pisos de Houston que las autoridades consideran a salvo del nuevo huracán. Por segunda vez en menos de un mes, mujeres embarazadas, niños, personas mayores y discapacitados, la mayoría pobres y de raza negra, partían hacia un lugar desconocido lejos de Nueva Orleans. Muchos daban síntomas de agotamiento físico y psicológico. "He tenido que soportar de todo", afirmaba Sylvester. "Estoy cansado, esto es muy duro". En total, unos 4.000 refugiados fueron trasladados a Arkansas, 3.000 a Tennessee y 250 a Nebraska.
Las autoridades tejanas no quieren incurrir en los mismos errores cometidos por las de Luisiana ante la llegada del Katrina. Al pedir a los residentes que abandonasen las zonas más expuestas a las inundaciones, el alcalde de Houston aseguró que Rita "es una amenaza para la ciudad y toda su zona metropolitana". Los colegios suspendieron las clases para lo que resta de semana y algunos comercios cerraron sus puertas. Los expertos calculan que hasta un millón de personas podrían salir de la ciudad más poblada de Tejas en los próximos días.
El Gobierno de Tejas ha movilizado a miles de soldados para ayudar, si fuera necesario, en las labores de rescate. Unos mil miembros de la Guardia Nacional que habían sido enviados al vecino Estado de Luisiana han recibido la orden de regresar.
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