La vendimia arranca con inspecciones en busca de 'sin papeles'
La Unió denuncia un exceso de celo y se queja a la delegación del Gobierno
Pese a que no se han registrado grandes problemas, como apuntan la Unió de Llauradors y la delegación del Gobierno, la asociación agraria se mostró ayer molesta por la intensidad de unas inspecciones en busca de inmigrantes sin papeles que cree que no se dan en otros sectores, queja que trasladó a la delegación del Gobierno. Esta institución señaló que los controles son los mismos de todos los años en la vendimia.
Fuentes de la Delegación del Gobierno en la Comunidad Valenciana destacaron ayer que los controles que se están realizando, que comenzaron ayer, son los normales que se desarrollan todos los años dentro de la campaña especial de la vendimia. Las mismas fuentes indicaron que se ha hecho un esfuerzo en facilitar la contratación de trabajadores inmigrantes temporeros en condiciones de contratación legales y que, como parte de la misma campaña, se han desplazado inspectores para comprobar que las condiciones de trabajo y alojamiento son las adecuadas.
Desde la delegación del Gobierno se sostiene que los controles son similares a los practicados otros años, por lo que no hay diferencia de intensidad respecto a campañas anteriores.
Con todo, las inspecciones han provocado nerviosismo en el campo. Inspecciones que se han producido especialmente en Las Cuevas de Utiel.
El secretario general de la Unió de Llauradors, Joan Brusca, valoró las inspecciones como "necesarias" pero a renglón seguido defendió el esfuerzo que está realizando el sector. Esfuerzo, añadió, que en el caso de la organización agraria conlleva la contratación de 900 trabajadores en origen (principalmente procedentes de Polonia), lo que implica un esfuerzo económico y de planificación. El responsable agrario trasladó la "sorpresa" del sector por la intensidad de las inspecciones que consideran que no se repite en otros sectores donde hay mucha concentración de mano de obra inmigrante. Brusca, de hecho, trasladó ayer la queja al subdelegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Luis Felipe Martínez.
Hace dos años, las inspecciones provocaron la detención de tres empresarios y de ocho inmigrantes sin papeles en la zona de Utiel-Requena y durante la vendimia. Entonces, según estimaciones de las organizaciones agrarias, había unas 4.000 personas empleadas en esta actividad, de las cuales alrededor del 40% eran trabajadores inmigrantes indocumentados. A partir de la normalización realizada a lo largo de este año, el volumen de trabajadores irregulares se ha reducido. A ello se suma la implicación de las organizaciones agrarias para evitar situaciones de irregularidad a través de fórmulas como la contratación en origen, en las que las condiciones de contrato y alojamiento se ajustan a la legalidad vigente.
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