"Esta reforma responde a la Constitución y al consenso"

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aprovechó su intervención para fijar la posición del Gobierno ante el proceso de reformas estatutarias que se inició con el debate y votación de la admisión a trámite de la reforma del Estatuto de la Comunidad Valenciana y que enfatizó al señalar que "marcará un hito en el desarrollo de la Constitución". Desplegó un discurso institucional en el que insistió en que el Gobierno apoyará "todas aquellas reformas de los Estatutos que se promuevan con un amplio consenso y que no extralimiten el marco establecido en la Constitución".

Fernández de la Vega puso como modelo de este proceso la reforma del Estatuto valenciano al ajustarse a la Constitución, al procedimiento marcado, al contar con un consenso suficiente y responder al interés de la ciudadanía. "Consenso, ciudadanía y Constitución. Hoy el Gobierno reafirma y renueva este triple compromiso al analizar la propuesta del Parlamento valenciano", dijo la vicepresidenta.

Insistió en que las reformas de los Estatutos tienen unos "límites precisos" que "están explícitos en el artículo 149 de la Constitución -que fija las competencias del Estado- y otros preceptos". Precisó, en este sentido, que la reforma del Estatuto valenciano "actualiza y clarifica el marco competencial de los poderes autonómicos". También destacó que la reforma "adecúa la medida y la ponderación de las capacidades de los poderes públicos autonómicos a las nuevas realidades y necesidades de la ciudadanía".

Puso de relieve cómo la reforma estatutaria valenciana "permite culminar el sistema político de la Comunidad Valenciana, reconociendo a las Cortes valencianas plenas capacidades parlamentarias". Destacó, por último, que "por primera vez un Estatuto hace suya la idea de potenciar las relaciones con el Estado y con la Unión Europea".

En cuanto al procedimiento, resaltó que la reforma del Estatuto valenciano se ajusta a "la necesidad de diálogo entre dos interlocutores", el Parlamento de la comunidad y las Cortes Generales. La vicepresidenta primera puso énfasis en el papel de las Cortes Generales, como depositaria de la soberanía nacional, en este proceso. "Las Cortes Generales son garantes en último término de los valores que la Constitución propugna y de los principios que consagra". También apuntó que la reforma cuenta con la condición del consenso suficiente y que respondía a las "necesidades de los ciudadanos de mejorar la calidad del autogobierno". Señaló, en este sentido, que recogía "nuevos fenómenos de carácter social y económico".

En este sentido, María Teresa Fernández de la Vega deslizó una crítica por el alejamiento de la ciudadanía del que ha adolecido el debate estatutario, en alusión a la reforma del catalán. "Los Estatutos deben ser fundamentalmente una herramienta que facilite el progreso de los ciudadanos, un aspecto que, en mi opinión, ha sido relegado en exceso por las voces que en los últimos meses han venido alzándose en torno al debate territorial".