Los agricultores venden fruta a diez céntimos en protesta por la caída de precios

Los productores de fruta dulce -pera, manzana, nectarina y melocotón- de Cataluña están en pie de guerra. Ayer, tras ser expulsados por la Guardia Urbana de la plaza de Sant Jaume, hicieron palpable, en las Drasanes de Barcelona, la profunda crisis que vive este año el sector, debido a la competencia que las importaciones han introducido en el mercado. Los agricultores vendieron la fruta a 10 céntimos el kilo, más de 20 veces por debajo de su precio en las tiendas. "Pedimos que la fruta importada esté sujeta a los controles sanitarios, medioambientales y de calidad exigibles, ya que normalmente son un mal producto", afirmaba Josep Cabré, responsable del sector de la fruta del sindicato Unió de Pagesos (UP).

"También queremos" -señaló- "que la Administración frene a los especuladores comerciales que inflan los precios de venta de unos productos que han pagado a precio de saldo en los países sin regulación laboral". Con la protesta de ayer, UP quiso dar a conocer la situación de pérdidas que sufren los campesinos y las cooperativas situadas en la zonas productivas del Segrià (Lleida), la Ribera de l'Ebre (Tarragona), l'Alt Empordà (Girona) y El Prat de Llobregat (Barcelonés). Protestaban porque, este año, las importaciones de pera de Chile, Brasil, Argentina y de manzana de China -que han crecido el 200%- les han relegado a una posición marginal dentro del mercado. "Si la Generalitat no pone remedio, el próximo año habrá paro en el sector de la fruta", insistió Cabré.

"Nosotros estamos de acuerdo en que se nos apliquen medidas de control, pero que se haga lo mismo con los demás; hoy hemos vendido el kilo de fruta a 10 céntimos, que es lo que ahora mismo ganamos. No podemos cubrir los costes de producción y nos espera el paro". UP denunció, además, que el consumidor está "pagando a dos euros lo que nosotros vendemos a 10 céntimos. Sólo pedimos una regulación".