El mueble renueva su escaparate para combatir la caída de ventas

Las exportaciones de muebles cayeron un 9% a lo largo del primer trimestre de 2005. La producción de la industria valenciana cayó un 1% a lo largo del segundo trimestre. Las importaciones desbordaron a las exportaciones en la Comunidad Valenciana por primera vez en 2004. La industria del mueble, que concentra más del 20% de su producción en territorio valenciano, se da cita hoy y hasta el sábado en Habitat - la nueva marca de la feria del mueble- bajo un paraguas que ilustra un esfuerzo por renovar estrategias, adaptarse al mercado y reorganizar la producción.

Los competidores y clientes han cambiado más en tres años que en los 25 anteriores

"Los datos evidencian el agotamiento del modelo productivo del sector valenciano". El instituto tecnológico del mueble, Aidima, alerta desde hace años sobre la necesidad de adaptar la producción de muebles al mercado. "Las variables de consumo y distribución y, en general, las variables de competitividad han cambiado más en los últimos tres años que en los 25 anteriores", reza un informe elaborado por Aidima ante la presente edición de la feria.

El escaparate que han compartido durante años la Feria Internacional del Mueble (FIM), la Feria de la Iluminación (FIAM) y la feria de Decoración y Complementos (DeCo) estrena hoy marca conjunta: Habitat Valencia Forward,una marca que incluye el imperativo adelante y sintetiza una renovación de estrategias comerciales y de producción que ha calado entre los industriales.

Los fabricantes de muebles sufren la competencia asiática, lo mismo que el textil o el calzado, pero los distribuidores hace años que padecen la poderosa competencia de las grandes empresas de distribución. El Corte Inglés es el primer vendedor de muebles en España. Otras firmas, como la nórdica Ikea, han trastocado las fórmulas comerciales tradicionales y han forzado cambios de hábitos notables entre los industriales españoles.La histórica figura del almacenista de muebles, por ejemplo, desapareció hace años.

El paralelo sector de la madera, además, goza de muy buena salud. El auge de la construcción ha disparado los negocios vinculados a las puertas, suelos o mobiliario de cocina. Del mismo modo, los grandes distribuidores sostienen muchos talleres que asumen enormes pedidos de piezas sueltas.

La industria española del mueble cuenta con 11.000 empresas que contratan 110.000 trabajadores. Es decir, las empresas del mueble tienen una media de diez trabajadores en plantilla. La producción de muebles en 2004 se tradujo en una facturación de 8.500 millones de euros, de los cuáles, 1.400 se vendieron en el exterior, en un 60% en la Unión Europea.

Pero el mueble más tradicional, "el mejor clásico", en palabras de José Manuel Ponz, director de la FIM, tiene difícil salida en los mercados tradicionales. Los industriales valencianos especializados en esos productos tuvieron un respiro cuando descubrieron el mercado ruso, clientes con gran poder adquisitivo y amantes de la ostentación.

El Insituto Valenciano de la Exportación (Ivex), en colaboración con Aidima y Anieme, los institutos tecnológicos del mueble y la madera, ha concentrado su esfuerzo de promoción para Habitat en países como la República Checa, Rusia, Eslovaquia, Arabia Saudita, Marruecos, India, México y Estados Unidos.

Los comerciales de la FIM, por su parte, han descubierto un nicho de mercado en la antigua república soviética de Kazajastán.

Pero la marca Habitat esconde, además, una vocación decidida de remozar el escaparate y acercarse al consumidor. Los muebles de baño y cocina, que han cobrado mucho peso en la industria en los últimos años, tendrán un espacio propio sobre los 150.000 metros cuadrados de exposición que ofrece Feria Valencia. Mario Mariner, presidente de la FIM, avanzó la semana pasada que Habitat podría albergar en el futuro ofertas de mobiliario urbano o destinar un segmento a propuestas urbanísticas.

Los industriales de la madera y el mueble y sus representantes asumen las grandes posibilidades de la multilocalización de la producción para conservar en sus talleres las tareas del diseño y ensamblaje final.

Los planes estratégicos que han acordado con la Consejería de Empresa impulsan la cooperación entre pequeñas empresas para concentrar las compras a proveedores o compartir canales de distribución. Y son los únicos, hasta la fecha, que abordan asuntos laborales como la vinculación de los salarios a la productividad o el tránsito de los trabajadores a nuevos oficios ajenos al taller convencional.