Asignatura pendiente
Su editorial Curso con asignatura, publicado el 13 de septiembre, parte de un grave error al afirmar que las continuas modificaciones en la estructura del sistema educativo son contraproducentes, crean desorientación en las familias y desaniman al profesorado. La realidad es que la estructura de nuestro sistema educativo la fijó en 1990 la LOGSE y ninguna ley la ha cambiado en estos 15 años ni pretende cambiarla ahora.
Lo que ha cambiado ha sido el porcentaje de inversión en educación del PIB, pasando del 4,8% en 1994 al 4,4% en 2004; lo que ha cambiado es la financiación, ahora se destina más dinero público que nunca a la escuela privada; lo que ha cambiado es lo que estudian nuestros jóvenes, pues el PP en sus años de gobierno cambió dos veces, sin consultar con nadie y siguiendo presiones corporativas, lo que se debe estudiar en la educación secundaria; lo que ha cambiado ha sido la composición del alumnado, ahora son más complejos y más diversos, y no ha bajado, sin embargo, su elevado número en las aulas...
Lo que ha cambiado, en definitiva, es la idea de plasmar en la nueva ley un compromiso social con la escuela pública y dotarla de los medios necesarios para impartir una enseñanza de calidad. Y todo para intentar un pacto escolar que conforme a la derecha educativa, cuando es bien sabido que esta derecha es insaciable: quiere el dinero público (más y más subvenciones) y el privado (más y más actividades pagadas por las familias), quiere seleccionar al mejor alumnado, quiere tener en un puño al profesorado..., y todo bajo el paraguas de la libertad de elección de centro.
Esperemos que el Gobierno cumpla sus compromisos, apruebe su asignatura pendiente y dote de los medios necesarios a la escuelapública, en la que se escolariza el 66% del alumnado de todo el Estado (el 70% antes del PP).