22 destacados músicos expresan su "decepción" por la reforma educativa

Un total de 22 grandes músicos, todos ellos premios nacionales, han expresado en un manifiesto su "profunda decepción y preocupación" ante la Ley Orgánica de Educación y exigido al Gobierno un marco legal propio que regule las enseñanzas artísticas superiores. Con ello pretenden que se garantice la homologación de estos estudios con Europa y que conservatorios y escuelas superiores tengan autonomía, como las universidades, para establecer sus planes de estudios y contratar a su profesorado. Entre los firmantes figuran Alicia de Larrocha, Cristóbal Halffter y Teresa Berganza.

Los centros superiores de enseñanzas artísticas (Música, Arte Dramático, Restauración, Danza y Diseño) llevan 15 años luchando por una misma causa: que estos estudios sean tratados como licenciaturas y diplomaturas universitarias con todas sus consecuencias. A esta petición se han unido ahora 22 premios nacionales de música: Alicia de Larrocha, Gonzalo de Olavide, José Ramón Encinar, Cristóbal Halffter, Antoni Ros-Marbá, Joan Guinjoan, Luis de Pablo, Joaquín Achúcarro, Jesús Villa-Rojo, Víctor Pablo Pérez, José Luis de Delás, Teresa Berganza, José García Román, Josep Colom, Agustín González Acilu, Joseph Pons, José Manuel López López, Tomás Marco, Arturo Tamayo, Carlos Álvarez, José María Sánchez-Verdú y Jesús Rueda.

Todos ellos han expresado la "profunda decepción y preocupación" que suscita el proyecto de Ley Orgánica de Educación (LOE), en relación con las enseñanzas artísticas superiores y han solicitado al Gobierno una "revisión urgente de los planteamientos contradictorios que figuran en esta ley, los cuales, una vez más, impiden que los estudios profesionales de Música, Arte Dramático, Conservación y Restauración, Diseño y Artes Plásticas dispongan de la autonomía académica y jurídica de la que disfrutan la mayoría de los países de la Unión Europea". Detrás de este reclamo se pretende, en último caso, atajar el éxodo continuo de alumnos españoles a otros países para cursar enseñanzas artísticas.

Los 22 premios nacionales reclaman que los conservatorios y centros que imparten enseñanzas artísticas superiores dejen de estar regulados como institutos de secundaria. Esta situación afecta a su autonomía, gobierno, financiación, evaluación, inspección y cuerpos docentes. Actualmente, los centros y conservatorios superiores no pueden establecer su propio plan de estudios (como hacen las universidades) y dependen de las decisiones de las comunidades autónomas.

Tampoco pueden contratar a su profesorado. Por ello, este colectivo exigen que se establezcan dos cuerpos docentes (uno de profesores titulares y otro de catedráticos), con un sistema de requisitos de acceso equivalente al que se utiliza en los centros superiores artísticos europeos. Actualmente, en España en estos centros sólo existe el cuerpo de catedráticos y profesores que han promocionado por méritos desde el grado medio, al que han tenido que acceder previamente mediante una oposición, al grado superior.

Otra de las quejas de este colectivo es que, tal y como se establece en los centros de secundaria, los profesores de estos conservatorios de enseñanzas artísticas superiores son actualmente contratados en régimen de dedicación exclusiva, lo que impide, en muchos casos, a grandes profesionales en activo o docentes extranjeros impartir clase en conservatorios. En la mayoría de los países europeos, los centros superiores de enseñanzas artísticas seleccionan a su profesorado y más de la mitad proceden de otros países, algo que ocurre pocas veces en España. En la actualidad, a los profesores de enseñanzas artísticas superiores se les exige el título de Especialización Didáctica (diseñado para secundaria y FP) para poder ejercer la docencia en los conservatorios, un requisito con el que tampoco están de acuerdo estos músicos.