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Reportaje:

El bosque rehabilita a los presos

El Cire, empresa pública del Departamento de Justicia, emplea a reclusos para que limpien el monte

El verano demuestra que el bosque, si no se cuida, se quema. Entre sus actuales cuidadores, hay presos en fase de rehabilitación que, a cambio de un salario, los limpian para prevenir los incendios. De la organización de esta labor se encarga el Centro de Iniciativa para la Reinserción (Cire), una empresa pública ligada al Departamento de Justicia de la Generalitat. Después de seis años ayudando a los reclusos catalanes, la labor comienza a dar resultados. Más de 2.000 presos, de los 8.000 que hay en toda Cataluña, tienen hoy un trabajo remunerado gracias a esta empresa. Las ocupaciones son múltiples: desde instaladores de aire acondicionado hasta reparadores de coches o fontaneros. Todos ellos aprenden a ganarse la dignidad.

La Obra Social de La Caixa destinará 15 millones para reforzar el proyecto

"En el Cire trabajamos con ayuntamientos y empresas privadas que contratan los servicios de nuestros trabajadores" afirma Isabel Aledo, directora técnica de esta entidad. "Jurídicamente, la prisión debe ser un centro en el que se enseñe a dar una segunda oportunidad al infractor para que luego recupere la libertad con garantías", añade.

Cualquier preso puede entrar voluntariamente en uno de los talleres creados para aprender un oficio. Concluida la formación, y cuando la institución penitenciaria y el juez lo consideran oportuno, el preso se acoge al llamado régimen abierto, lo cual le capacita para trabajar fuera de la cárcel, limpiando bosques, por ejemplo, un trabajo fundamental para prevenir los a veces inevitables incendios forestales.

Los seis años pasados han arrojado una experiencia muy positiva para los presos de tercer grado que se han acogido a este programa y que han tenido la suerte de ser seleccionados por sus condiciones físicas. "Son brigadas forestales de ocho personas que salen a limpiar cauces de riera, a construir caminos forestales y desbrozar los terrenos en un perímetro situado a 25 o 30 metros de las zonas residenciales. Las faenas son duras". ¿Y la vigilancia? "Lógicamente, no están encadenados ni visten monos naranja, pero tienen vigilancia, por supuesto, aunque son gente particularmente rehabilitada, a punto de salir libres a la calle". Para un preso, lo difícil llega después de la cárcel. "En Cataluña sigue habiendo el 40% de reincidencia en delitos; queremos reducir la cifra", afirma Aledo. "Sin embargo", insiste, los que se acogen al programa de limpieza de bosques logran salir del pozo e, incluso, tenemos a ex presos que se integran en el mismo Cire, en el área técnica".

Ahora, la empresa está de enhorabuena. La Obra Social de La Caixa destinará 15 millones de euros para reforzar el proyecto del Cire. Junto con el Departamento de Justicia y la Diputación de Barcelona, la Obra Social de La Caixa firmó ayer un convenio por cinco años que prevé destinar tres millones de euros anuales a la rehabilitación de 50 presos catalanes por temporada. "Esto nos permitirá ampliar las actuaciones e implicar a más reclusos", dice Aledo. "Los sueldos también subirán a cerca de 1.000 euros por trabajador", sostiene.

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El próximo 15 de octubre empezará el cuidado de cinco parques de la Diputación de Barcelona, un total de 353 hectáreas. En Collserola y en las sierras del Litoral y Marina se trabajará en la prevención de incendios. En el Garraf y en Foix se plantarán pinos blancos. Y para el curso 2005-2006 se prevén otros 20 proyectos (873 hectáreas). La lista de espera ya es de 150 presos.

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