Condenada Angela Dobrowolski a cuatro años de cárcel: intentó matar a Josep Maria Mainat pero “desistió” al final
La sentencia concluye que suministró insulina al productor para acabar con su vida, pero la exonera de tentativa de asesinato y la condena por un delito de lesiones
La Audiencia de Barcelona ha condenado a Angela Dobrowolski por intentar matar a su marido, el productor televisivo Josep Maria Mainat, suministrándole insulina. La sentencia, sin embargo, considera que “desistió” de su propósito y la condena no por un delito de tentativa de asesinato, sino de lesiones agravadas. La pena, en consecuencia, es menor: cuatro años y medio de cárcel. La resolución considera probado que la noche del 23 de junio de 2020, mientras Mainat dormía en la casa familiar en Barcelona, la mujer le provocó una hipoglucemia (es diabético) que lo dejó en coma. Dobrowolski, sin embargo, llamó a los servicios de emergencias, lo que impidió que se consumara la muerte de uno de los creadores de Operación triunfo.
La sentencia condena a Dobrowolski como autora de un delito de lesiones agravadas al apreciar la eximente de “desistimiento voluntario en la tentativa de asesinato”. La mujer no podrá acercarse a menos de un kilómetro de Mainat, de su casa o de su lugar de trabajo durante ocho años y medio. La resolución absuelve a la mujer del delito de revelación de secretos por haber accedido sin permiso al ordenador de Mainat (donde descubrió que, en caso de separación, ella quedaba excluida del tratamiento) porque durante el juicio el hombre le otorgó el perdón.
Dobrowolski “eligió una forma muy sofisticada de matar a su esposo como fue la inyección de insulina” pese a que sabía perfectamente que padece diabetes tipo 2 y que su marido no se trata con esa sustancia. La dosis suministrada “pudo ser alta” y tenía “capacidad” para provocarle una hipoglucemia grave que derivara en un coma e incluso causarle daños neuronales e irreversibles e incluso la muerte. La mujer “conocía ese efecto” no solo por los años de relación sino por sus estudios de medicina. Y engañó a su esposo cuando, a medianoche, le dijo que le estaba inyectando hormona del crecimiento y otro producto (Saxenda) para adelgazar. “Inferimos el ánimo homicida”, agrega la resolución, que insiste en que “el comportamiento de la acusada evidenció que actuó con dolo directo de matar”.
Si la mujer de Mainat se ha librado de una condena de asesinato fue por lo que hizo después, según ha quedado también acreditado en la sentencia. Tras comprobar que entraba en una hipoglucemia grave, Dobrowolski “llamó a los servicios de emergencia”. El rápido suministro de medicamentos (glucosa) permitió revertir el coma en el que se encontraba, lo que “evitó su muerte” y permitió su completa recuperación. “La acusada desistió voluntariamente de su acción homicida”, lo que evita su condena por ese delito. El Código Penal prevé dejar exento de responsabilidad penal a quien “evite voluntariamente la consumación del delito” por “desistir de la ejecución ya iniciada” o por “impedir” que se produzca el resultado, en este caso la muerte del productor.
La Fiscalía pedía para ella 13 años de cárcel por intento de asesinato, una pena que ahora queda rebajada de forma sustancial. En el juicio, Mainat mostró sus dudas de que su esposa hubiera sido capaz de matarle (”me cuesta mucho aceptarlo”) y expresó lo que finalmente ha recogido la sentencia: “Quiero pensar que, en el supuesto de que lo hiciera, en algún momento se arrepintió y quiso arreglarlo”. En su declaración en el juicio, Dobrowolski negó que le suministrara insulina y afirmó que esa noche lo vio “al borde de la muerte” en la cama y quiso salvarle suministrándole glucosa y alertando a los servicios de emergencias.
Los hechos ocurrieron la noche del 22 al 23 de junio de 2020 en la casa de Mainat en Barcelona. La pareja ya no convivía, pero la mujer —que padecía un problema de drogadicción— se quedaba a dormir en alguna ocasión. Esa misma tarde, el productor le había comunicado que, al día siguiente, presentaría los papeles del divorcio, lo que provocó una enorme discusión. Un mes antes, Dobrowolski había accedido, sin pedir permiso, al ordenador de Mainat. Y se había reenviado correos electrónicos sobre los términos de la separación, en los que quedaba claro que quedaría fuera del testamento en caso de divorcio.
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