Un estudio español muestra que seguir el tratamiento con cócteles antisida protege a la pareja de infectarse
Un seguimiento estricto de la llamada terapia de alta eficacia (TARGA o combinaciones de tres o más antivirales) puede hacer desaparecer la capacidad de transmisión del VIH, según un estudio español que acaba de publicar la revista AIDS. El trabajo ha sido realizado en el Centro Sanitario Sandoval, en Madrid, un lugar especializado en el tratamiento de enfermedades de transmisión sexual.
El estudio comenzó en 1991, y ha seguido la evolución de 393 parejas heterosexuales y monógamas hasta 2003, explica Jorge del Romero, médico del centro. En ellas uno de sus miembros estaba infectado por el VIH, y el otro, no. Son lo que se llaman médicamente parejas serodiscordantes (existe discordancia en el estado serológico, que es el que mide la existencia de infección).
Con esas condiciones (fidelidad, estabilidad) se garantiza que la única fuente de posible transmisión para la persona no infectada sea su pareja, indica Del Romero. El resultado es que en las 60 parejas en las que el miembro con VIH seguía tratamiento antiviral de alta eficacia, no ha habido ninguna transmisión del virus. En las 20 parejas en las que la persona con VIH/sida seguía tratamientos más simplificados con uno o dos fármacos, ya fuera porque entró en el estudio antes de la aparición de los cócteles en 1997 ya fuera porque no era candidato a utilizar terapias más complejas por su intolerancia a la medicación, la tasa de transmisión fue del 10%. De las 313 parejas en las que la persona infectada no tomaba medicación cuando se enroló en el ensayo, un 8,6% de las parejas ha adquirido el VIH a lo largo de los 15 años del ensayo.
"Entre las parejas de los tres grupos las había que siempre utilizaban métodos de protección, las que a veces no los empleaban y las que, por las causas que fuera, no los usaron nunca", explica Del Romero. Las proporciones de estas situaciones en los tres grupos eran similares.
Aparte de demostrar la eficacia de la protección de un buen seguimiento del tratamiento antiviral, en el ensayo se ha llegado a otras conclusiones. El 80% de las veces el miembro de la pareja que estaba infectado por el VIH era el hombre, pero "los porcentajes de transmisión de hombre a mujer y de mujer a hombre son estadísticamente similares", explica Del Romero.
Del estudio se desprenden varias conclusiones: la importancia de saber si se está infectado o no, aunque se mantenga una relación estable y monógama; que seguir el tratamiento con rigor puede proteger a la pareja; y que no debe relajarse el uso de medidas de protección.
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