China ratifica el convenio internacional que limita el consumo del tabaco
El gigante asiático, con más de 300 millones de fumadores, es el mayor mercado mundial
China se convirtió ayer en el 78º país del mundo que ratifica el Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud para el Control del Tabaco. El acuerdo, una especie de protocolo de Kioto contra el tabaquismo, incluye la prohibición de cualquier tipo de publicidad de los productos para fumar, el control del comercio y la inclusión de mensajes sobre el peligro del tabaco en las cajetillas. China es actualmente el mayor mercado de las compañías tabacaleras, con más de 300 millones de fumadores, la cuarta parte de los 1.300 millones del mundo.
El convenio internacional contra el tabaquismo entró en vigor el 14 de febrero, cuando se consiguió la ratificación por 57 países. Desde entonces, otros 20 se han apuntado. El último, China, lo hizo el domingo pasado, según la agencia de noticias Xinhua, aunque todavía no figura en la lista oficial de la OMS (www.who.int/tobacco/ framework/countrylist/en/index.html).
El sistema de ratificación es similar al del protocolo de Kioto contra el cambio climático: primero lo aprueban los representantes de los gobiernos, pero luego lo deben ratificar los parlamentos nacionales y comunicárselo a la OMS. A partir de entonces se abre un periodo de tres años para que los países endurezcan sus legislaciones.
Entre las medidas que deben tomarse figuran la prohibición de la publicidad y de la venta a menores, del patrocinio de actividades deportivas o culturales, control del comercio y el contrabando, vigilancia sobre las máquinas expendedoras, búsqueda y ayuda para que los productores de tabaco sustituyan los cultivos.
Ley española en 2006
España, por ejemplo, comunicó la adhesión a la OMS el 11 de enero de este año, aunque la medida había sido tomada antes de fin de 2004 por el Parlamento. El conjunto de las medidas para cumplir el convenio están incluidas en la ley antitabaco que el Gobierno espera que entre en vigor el 1 de enero de 2006. En ella se incluye la prohibición de fumar en los lugares de trabajo y la obligatoriedad de establecer zonas libres de humo en todos los locales hosteleros de más de 100 metros cuadrados. Con la futura ley se cumplirán también las restricciones de la Unión Europea, que suscribió el acuerdo de la OMS el 30 de junio.
El convenio es un acuerdo de mínimos. Ello quiere decir que cada país podrá endurecer las medidas a voluntad. Por ejemplo, el Gobierno chino ha anunciado que no sólo restringirá el uso de máquinas expendedoras, sino que directamente las prohibirá en todo su territorio, incluidas las regiones autónomas de Macao y Hong Kong.
China constituye el mayor mercado de productos de tabaco del mundo. Se calcula que en el país viven alrededor de 350 millones de fumadores, aproximadamente la cuarta parte de los 1.300 millones que hay en todo el mundo. De ellos, cinco millones son menores de 18 años. Cada año mueren por enfermedades asociadas al consumo del tabaco 1,2 millones de personas, y se venden 1.800 millones de cigarrillos.
Con la adhesión de China la OMS da un paso importante en su lucha contra los daños causados por el tabaco, un hábito que causa más de cinco millones de muertes anuales. Sin embargo, en la lista de países que han suscrito y ratificado el acuerdo todavía faltan algunos de los mayores productores y consumidores, como Estados Unidos, Rusia -que ni siquiera lo ha firmado-, Indonesia, Nigeria o Brasil.
En el mundo muere una persona por culpa del tabaco cada 6,5 segundos, según la Organización Mundial de la Salud. Si no se consigue frenar su expansión en 2020 matará prematuramente a 10 millones de personas cada año. Actualmente, 1.300 millones de personas consumen productos elaborados con tabaco.
El convenio está "basado en pruebas científicas", y "reafirma el derecho de todas las personas a gozar del grado máximo de salud que se pueda lograr", indica la OMS. El texto consta de 38 artículos. Se centra en reducir la demanda, sobre todo entre los más jóvenes (la edad media de inicio en el tabaquismo está por debajo de los 13 años); la protección de los no fumadores, y la regulación de empaquetado, publicidad y contenido del tabaco.
Como primera medida promueve actuaciones "relacionadas con los precios e impuestos", porque son "un medio eficaz e importante para que diversos sectores de la población, en particular los jóvenes, reduzcan su consumo de tabaco". Un estudio del Banco Mundial calcula que cada 10% que sube el precio del tabaco supone un 4% menos de fumadores.
Otro aspecto importante es la protección de los no fumadores. El Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo calcula que en España mueren cada año 700 personas por el humo de los pitillos ajenos.
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