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La Universidad de Sheffield cede tres líneas celulares al banco andaluz

La responsable del área de cultivo reclama material genético reciente

El banco andaluz de líneas celulares de Granada, nodo central de España para proveer de este material a investigadores con células madre embrionarias, recibirá en breve tres líneas celulares cedidas por la Universidad de Sheffield (Reino Unido). Esta cesión se suma a las dos líneas llegadas a Granada el 3 de marzo desde el instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia).

Las células madre embrionarias son un material de enorme potencialidad, capaces de automultiplicarse y de diferenciarse en uno de los 200 tipos de células especializadas del organismo, como neuronas, células cardiacas o hepáticas. Se obtienen a partir de embriones sobrantes de fertilización in vitro que se cultivan hasta la fase de blastocito, cuando ya tienen definida su carga genética y poseen gran capacidad de automultiplicación.

El blastocito también puede conseguirse con la transferencia nuclear o clonación terapéutica, técnica no autorizada en España pero que se prevé sea regulada en la anunciada ley de Investigación Biomédica. La transferencia nuclear introduce el núcleo de una célula del donante en un óvulo fecundado, al que previamente se le ha extraído el suyo, para que finalmente crezca con la carga genética del donante.

Una dificultad añadida de la investigación con células madre es que los preembriones con los que se trabaja en España fueron congelados hace más de una década, "con unas técnicas de inferior calidad a las que disponemos hoy", según la responsable del área de cultivo de células madre embrionarias del Banco, Ana Nieto, quien destaca el avance que supondría poder usar material genético reciente.

Otra ayuda sería autorizar el uso de embriones desechados por contener carga genética patológica, un material inservible para la reproducción pero de gran interés científico, pues ayudaría a conocer los mecanismos de la evolución celular. Estos embriones defectuosos se descubren en parejas con riesgo de enfermedades hereditarias sometidas a diagnóstico preimplantacional, un estudio genético de los embriones fertilizados in vitro para implantar sólo los genéticamente sanos.

Esta técnica también se prevé que sea regulada por la ley de Investigación Biomédica, sobre la que Ana Nieto opina que debe servir para impulsar unas investigaciones irreversibles y sobre las que se ha abierto una intensa competencia internacional.

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