De la Vega defiende la actuación del Gobierno "con humildad democrática"

El Congreso de los Diputados convalidó ayer el decreto-ley de medidas urgentes en materia de incendios forestales. Lo defendió la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y consiguió el apoyo de 288 diputados (PP, PSOE, ERC e IV) y la abstención de CiU, PNV, Coalición Canaria, además de las dos diputadas de EA y NB reticentes de que el decreto-ley invada competencias autonómicas. El PP, por boca de su portavoz, Eduardo Zaplana, descalificó el texto legal, calificándolo de "improvisado, precipitado e irreflexivo", pero votó a favor.

El Congreso celebró ayer un pleno doblemente extraordinario, por celebrarse en época de vacaciones parlamentarias y por haber tenido que acogerse a la hospitalidad del Senado, ya que el hemiciclo de la Cámara baja está en obras.

Taquígrafos, ujieres, servicio de prensa y de seguridad se trasladaron hasta el Senado, que no dispone de escaños suficientes con sistema de voto electrónico, por lo que hubo que recurrir a un engorroso sistema de votación por filas y recuento manual.

La vicepresidenta primera asumió la tarea de defender la convalidación del decreto-ley, que se publicó el sábado pasado en el BOE y, de acuerdo con la Constitución, tenía que ser convalidado dentro de los 30 días siguientes.

Fernández de la Vega se demoró en explicar con minuciosidad todas las actuaciones del Gobierno central respecto del incendio forestal en Guadalajara, iniciado el pasado día 16 y que se cobró la vida de 11 personas, además de arrasar más de 13.000 hectáreas de monte.

Se detuvo, incluso, en un extenso homenaje, no sólo a las víctimas mortales y a sus familias, sino a todas las personas que dedican su trabajo a la extinción de incendios.

Ni satisfecha ni resignada

"Podrá compartirse o no la idoneidad de las actuaciones del Gobierno, ¡faltaría más!", afirmó la vicepresidenta, "pero lo que nadie, absolutamente nadie de buena fe podrá cuestionar es la decisión de este Gobierno para actuar con total diligencia y con todos los medios a su alcance para acabar con el fuego, prestar ayuda a las víctimas y a sus familias y paliar los efectos de la tragedia". Alguien del Grupo Popular gritó: "¡Mentira!"

Fernández de la Vega prosiguió su discurso advirtiendo de que todo eso lo decía "con total humildad". Otro diputado del PP volvió a gritar: "¡No!" Y la vicepresidenta le replicó: "Sí, señorías, con humildad democrática".

Terminó la parte política de su intervención afirmando que no se sentía "ni satisfecha, ni complacida, ni resignada", pero sí "comprometida", lo mismo que el Gobierno "con el bienestar y la seguridad de los ciudadanos".

Zaplana asumió ayer la representación del Grupo Popular, como en las grandes ocasiones, y afirmó que el debate no debería haberse celebrado "porque la tragedia de Guadalajara debía haberse evitado".

Desde el inicio, atacó sin tregua al Gobierno y aprovechó el anuncio de que el Consejo de Ministros de hoy aprobará un decreto para complementar medidas del decreto-ley para preguntarse si es que todas las medidas que se adoptarán no están contempladas todavía. Julio Villarrubia (PSOE) le respondió que el decreto de hoy no es sino el desarrollo normativo de un texto con rango de ley y le acusó de no conocer el distinto rango de las normas jurídicas.

Zaplana se centró en otro momento en el error cometido por el presidente del Gobierno cuando, durante su visita al lugar del siniestro, anunció que se declararía "zona catastrófica".

La denominación ya no existe legalmente y Zaplana elevó el tono para dirigirse a Zapatero y preguntarle: "¿Qué credibilidad tiene después de haber dicho una cosa el otro día que a lo mejor no cumple?" Y le espetó que su grupo tiene derecho a pensar que "estaba mintiendo al conjunto de la sociedad española" al decirlo.

Criticó sin piedad el contenido del decreto-ley y aseguró que el incendio "ha dejado en evidencia a un Presidente de Gobierno y a todo un Gobierno alejado de los ciudadanos, insensible a los problemas y enfrascado en debates estériles".

Pese a todo, anunció el voto favorable y el presidente de la Cámara baja, Manuel Marín, le reprochó luego haber utilizado la argucia de un turno en contra para tener más tiempo de intervención.

PSOE, ERC e IU (163 en total) derrotaron otra propuesta para que el decreto-ley se tramitase como proyecto de ley, lo que defendieron PP, PNV, CiU y el Grupo Mixto (136 votos). Los nacionalistas querían dejar patente que pretendían enmendar el texto para que se suprimiesen los aspectos que ellos entienden como invasión de competencias.