Un 42% de brasileños cree que Lula puede perder la presidencia
Un sondeo indica que su credibilidad disminuye por los escándalos de corrupción
Brasil está dividido ante la posibilidad de que el presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, acosado por las acusaciones de corrupción de su Gobierno y de su organización, el Partido de los Trabajadores (PT), pueda acabar perdiendo su mandato. Según el último sondeo, el 42% de los entrevistados acepta la posibilidad de que Lula termine siendo destituido, mientras que un 48% rechaza que eso vaya a ocurrir.
Es la primera vez, desde que explotó el escándalo del presunto soborno por parte del PT a diputados de las formaciones aliadas, que el presidente Lula, a quien el mismo gran acusador, el diputado Roberto Jefferson, había proclamado inocente, empieza a perder credibilidad. A pesar de que, según el sondeo, un 53% sigue confiando en el mandatario, la curva comienza a descender. Ahora, el 42% dice haber perdido la confianza en él.
Por lo que se refiere a las instituciones que, según la opinión pública, están siendo más afectadas por los escándalos de corrupción, la palma se la lleva el PT, con un 38%. En lo referente a personajes concretos involucrados en la corrupción, el primero en la lista es el ex ministro José Dirceu.
Las investigaciones del Parlamento sobre las denuncias de corrupción y la quiebra del secreto bancario del PT y del empresario Marcos Valerio, considerado el alma del escándalo, están confirmando las acusaciones que había realizado Jefferson, lo que agrava los problemas del Gobierno de Lula. Hasta el punto de que algunos diputados, considerados libres de toda sospecha, están proponiendo un pacto institucional para que se pueda llegar a las elecciones de 2006 sin que el presidente tenga que dimitir.
Oposición dividida
Por ahora, tanto Lula como su partido no parecen interesados en esa propuesta, porque supondría incorporar el compromiso de Lula de no presentarse a la reelección. Quizás por ello, los dos grandes partidos de la oposición, hasta ayer muy prudentes, se han dividido: mientras el Frente Liberal (PFL) ha decidido insistir en que la responsabilidad del PT no puede dejar de recaer sobre el presidente, el Partido Socialista Democrático de Brasil (PSTB), formación del ex presidente Fernando Henrique Cardoso, continúa prefiriendo que Lula llegue desgastado a las elecciones.
Por su parte, el mandatario continúa distanciándose cada vez más de su partido, y ha recordado que fue su presidente sólo tres años y hace otros tres que no participa de la dirección, aunque lógicamente no puede olvidar que fue uno de sus fundadores y que el PT le llevó a presidencia.
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