Cae la producción marroquí de hachís
El Gobierno de Marruecos se apunta el éxito, que algunos expertos achacan a la sequía
La superficie dedicada a cultivar cannabis ha disminuido, por primera vez, en Marruecos, y también la producción. Aún así, el país sigue siendo, de lejos, el mayor productor mundial de esa droga. Un tercio del hachís que se consume en el mundo es marroquí, y en Europa ese porcentaje alcanza el 80%.
El último informe del organismo de Naciones Unidas para la lucha contra las drogas (UNODOC) señala que la superficie del Rif dedicada al cannabis se redujo entre 2003 y 2004 un 10%, hasta 120.500 hectáreas. La producción de resina de hachís disminuyó de 3.070 toneladas a 2.760. La caída de los ingresos por la venta de cannabis de las 96.000 familias de agricultores que cultivan esa planta en el norte de Marruecos fue mucho más acentuada en 2004. Declinó, según UNODOC, un 26%, de los 450 euros anuales a los 330.
La reducción de la extensión del cannabis, que la ONU mide con satélites desde 2003, fue muy desigual. En la provincia de Alhucemas fue del 54%, y en la de Taunate del 43%, mientras que en Tetuán aumentó un 19%, y en Chauen un 13%. Ahora cerca de un 22% de la superficie agrícola del Rif es para el cannabis.
El Ministerio del Interior marroquí se apresuró en atribuir estos "éxitos" a las medidas para erradicar esos cultivos. Reveló, de paso, que en 2004 se habían incautado de 319 toneladas de kif (pasta de cannabis mezclado con tabaco), un 361% más que el año anterior.
Algunos expertos no acaban de creerse esta explicación. "La superficie cultivada no ha menguado tanto", afirma Lluís Romero, del Centro de Estudios Rurales y de Agricultura Internacional de Valencia y autor, en 2001, de un informe sobre la droga en el Rif. "La estimación de la reducción es amable por razones diplomáticas", añade. Romero sí está, en cambio, convencido de que "la producción ha caído, pero a causa de la sequía" que empezó en 2004. "La cosecha depende mucho de la pluviometría, que ha sido pésima", prosigue.
Manuel Lorenzo, coordinador en Alhucemas del Movimiento por la Paz, el Desarme y la Libertad, también sostiene que "el incremento de los controles policiales" está dando frutos. "A los traficantes les cuesta cada vez más sacar la droga del país", concluye.
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