Los precios de los hoteles de Barcelona caen desde 2001
La Confederación de Comercio se opone a que las tiendas abran los festivos en algunas zonas
Barcelona tiene cada vez más turistas y hoteles, pero los empresarios están especialmente preocupados por la rentabilidad. Lejos de ser un sector inflacionista, los hoteles de Barcelona registran una caída de los precios del 17,55% desde 2001. En el primer semestre de 2005, las tarifas han caído el 5,7%. El presidente del gremio de hoteleros, Jordi Clos, atribuyó ayer esta deflación al constante crecimiento del número de camas en todas las categorías -está prevista la construcción de 42 nuevos establecimientos en el periodo 2005-2007- y al creciente peso de las ofertas de última hora.
El incremento del número de plazas hoteleras se ha traducido en una reducción de las tarifas del 17,55% en los cuatro últimos años. O lo que es lo mismo: 22 euros menos por habitación desde 2001. En el primer semestre de este año, el descenso ha sido del 5,7%, pese a que en el segmento de cinco estrellas la caída supera el 7%. "Los precios están por debajo de los de las ciudades de primera división en Europa, como Milán, París, Londres y Roma. Y en la línea de los de ciudades más pequeñas como Dublín y Francfort", explicó ayer Clos.
El presidente de los hoteleros atribuyó la caída de las tarifas a diversas causas. La principal es el crecimiento constante de la oferta en todas las categorías: 3.000 habitaciones en 2004, a las que habrá que añadir 3.000 en 2005, un aumento que la ciudad está absorbiendo "con toda normalidad" gracias al incremento de turistas que visitan Barcelona: este año se rozarán los 11 millones de pernoctaciones.
Los hoteleros prevén la creación de 42 hoteles entre 2005 y 2007. El aumento del número de turistas ha permitido mantener la ocupación estancada en el 73,9% en el primer semestre, pero las previsiones para este verano no son positivas. El sector espera una caída del 2% respecto al verano pasado. Una cifra que, combinada con la caída de los precios, supone un retroceso de la rentabilidad.
Al margen del crecimiento del número de habitaciones, Clos explicó la caída de los precios por el creciente peso de las ofertas de última hora y la consolidación del turismo llegado a través de las compañías aéreas de bajo coste: en torno a un millón de turistas, que suelen demandar las plazas más baratas. "Barcelona es competitiva tanto en turismo vacacional como de negocios. Los precios son el principal problema, pero es factible que la ciudad alcance los 12 millones de pernoctaciones en 2007", afirmó.
El incremento de la oferta "se está absorbiendo con normalidad" y "hace que Barcelona sea más competitiva", dijo Clos. Sin embargo, supone un problema para la rentabilidad del sector. "Los empresarios hemos perdido, pero Barcelona gana atracción turística", agregó.
Por otra parte, los comerciantes rechazan que Barcelona pueda abrir los comercios los días festivos en algunas zonas de afluencia turística como quiere proponer el Ayuntamiento a la Generalitat (véase EL PAIS de ayer). El secretario general de la Confederación de Comercio de Cataluña, Miquel Àngel Fraile, dijo que los sectores afectados ya han expresado su rechazo al municipio en una reciente reunión. "La ciudad no necesita la apertura y, además, los comercios que la reclaman dan una imagen de poca calidad que no es la que nos conviene", dijo Fraile.
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