De la cárcel a la igualdad
La homosexualidad fue perseguida en España hasta 1979, cuando se eliminó de la Ley de Peligrosidad Social
Al menos 5.000 personas fueron encarceladas durante el franquismo y los primeros años de la transición por homosexual o transexual, según el recuento de la Asociación de Ex Presos Sociales. La persecución se basó en distintas leyes: la de Vagos y Maleantes primero; la de Peligrosidad y Rehabilitación Social después. Además, otras tipificaciones de delitos también tuvieron su parte: escándalo público, prostitución.
Los cálculos son aproximados. "Los expedientes no están centralizados. Por la cárcel de Huelva, habilitada por el franquismo para presos homosexuales, pasaron cerca de 200", afirma una portavoz de Instituciones Penitenciarias.
Las penas fueron sólo de internamiento, o acompañadas por intentos de curación (electrochoque, comas inducidos por insulina, palizas, terapias aversivas).
A esta cifra hay que añadir aquellos que cayeron en redadas pero eludieron la prisión. Es el caso de Manuel Renedo Cuadrado. "En la calle de Don Ramón de la Cruz de Madrid había un bar muy conocido. Era un sitio cerrado, que para entrar había que llamar a la puerta. De pronto, el 17 de julio de 1971, las puertas se abrieron de golpe. Era una redada. Nos subieron a todos a un camión y nos llevaron a la Puerta del Sol [donde estaba la central de policía]. Nos tomaron fotografías, huellas y nos metieron en los calabozos. Éramos unos sesenta, y nos tuvieron ahí toda la noche, sin darnos de comer. Para salir me pidieron 5.000 pesetas de la época. Vino mi madre y las pagó", recuerda.
El susto y la indignación vuelven con el recuerdo. "Necesité dos semanas de tratamiento en Suiza por el estrés. Yo sabía lo que era España, pero no me podía imaginar que me iba a tocar a mí".
Manuel vivía fuera de España, y después de una segunda detención estuvo siete años sin volver a su país. "Todavía me angustia ver un policía. Pienso que en la aduana pueden sacar a relucir mi historial".
Otros no se libraron con una multa. Antoni Ruiz, presidente de la Asociación ex Presos Sociales, fue detenido en 1979. Después de pasar tres meses en la cárcel, tuvo que sufrir dos años de destierro. Como él, muchos homosexuales y transexuales fueron abocados a la marginalidad. "Con antecedentes no se podía encontrar trabajo", explica Ruiz.
Ésta es una de las causas que dificultan hacer un censo de los perseguidos. Después de una primera detención por homosexual o transexual venían otras (prostitución, pequeños robos). Con esa mezcla pasó Juan Soto más de 20 años en prisión. Además, la persecución fue muy desigual. Por ejemplo, los gays de buena familia y los artistas tenían menos problemas.
El fin de la dictadura no acabó con la persecución, ya que a los legisladores se les olvidó considerar a los presos homosexuales como víctimas del franquismo. La Ley de Peligrosidad Social estuvo en vigor hasta 1979. En 1978 todavía se aplicó oficialmente a tres personas. Durante esos casi nueve años, más de mil personas fueron encarceladas. Por eso, la primera manifestación del Día del Orgullo Homosexual, que se celebró en Barcelona en 1977, tuvo como lemas "¡Amnistía, ya!" y "¡No somos peligrosos!". Aquella manifestación reunió a unas 4.000 personas. La ley aprobada ayer es el último paso por la igualdad legal.
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