El Congreso aprueba hoy la reforma de la ley del divorcio

El pleno del Congreso aprobará hoy la reforma del Código Civil por la que que se agiliza el divorcio, se suprime la separación como paso previo obligatorio y se regula por primera vez la custodia compartida. El Gobierno contará, previsiblemente, con el apoyo de todos los partidos a excepción del Grupo Popular, que se abstendrá, como ya hizo en el Senado. El mayor punto de divergencia del PP, y por el que han decidido abstenerse, es que el juez podrá conceder la custodia compartida aunque no haya acuerdo entre los dos cónyuges.

Esta reforma del divorcio regula por primera vez la custodia compartida. La ley vigente del de 1981 ni siquiera prevé su posibilidad, aunque ampoco la prohíbe expresamente. .

"El Gobierno ha querido parchear a gusto de las asociaciones de padres y de madres y no ha tenido en cuenta que debe prevalecer el derecho del hijo. Si los padres no se ponen de acuerdo en la custodia, difícilmente podrán atender adecuadamente al niño", señaló ayer la ponente popular para la reforma de la ley del divorcio, Carmen Matador.

La semana pasada, en el Senado (donde el PSOE no tiene mayoría) se aprobó una enmienda transaccional (con los votos del PP, PNV, CiU y Grupo Mixto) para que se crease un fondo de garantía de pensiones, que además cubra las compensatorias impagadas por los cónyuges. Es probable, sin embargo, que el Congreso tumbe esta enmienda, con lo que se dejará en el aire el pago de las pensiones alimenticias por parte del Estado en el caso de que el progenitor deje de abonar esta cuantía, ya que la ley remite a una legislación posterior su regulación. Actualmente, la morosidad del progenitor se puede perseguir por la vía civil o por la penal. La primera es la más frecuente. Esta situación está regulada en la Ley de Enjuiciamiento Civil.

Con esta reforma, las parejas que quieran divorciarse podrán hacerlo una vez que hayan transcurrido tres meses desde el día en que se casaron, sin tener que haberse separado primero. El objetivo es agilizar el proceso de disolución del matrimonio y aliviar la carga de trabajo de los tribunales. Actualmente, los matrimonios que quieren divorciarse han de esperar un año desde la celebración de la boda para pedir primero la separación y una vez que la han obtenido, iniciar un segundo proceso para conseguir el divorcio.

Esta reforma elimina además la necesidad de tener que alegar causas para la ruptura. Con la ley vigente, quien desea divorciarse debe alegar motivos en su demanda. El primero es "el cese efectivo de la convivencia conyugal" durante al menos un año ininterrumpido desde que se presentó la demanda de separación; otras son el alcoholismo o la infidelidad.