_
_
_
_

Cataluña es 8.000 millones más rica tras aplicar la nueva contabilidad

Maragall negocia con Zapatero un plan para aumentar la inversión del Estado en la autonomía

Claudi Pérez

Un total de 8.000 millones de euros y 220.000 empleos más de un plumazo. El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, adelantó ayer que la nueva contabilidad nacional ha hecho emerger una riqueza oculta equivalente al 5,4% del producto interior bruto (PIB) regional. Pese a los síntomas de agotamiento del modelo productivo, Maragall lanzó en el Círculo de Economía un mensaje de optimismo y recalcó que la economía catalana "mantiene en España un peso de en torno al 19%", una cifra que con las viejas cifras contables se había rebajado unas décimas y que es fundamental en la negociación de más inversiones para la comunidad.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) presentó hace un mes las nuevas cuentas nacionales, que suponen una revisión al alza del PIB (40.000 millones más) y del empleo (un millón de puestos de trabajo). Maragall adelantó ayer las correcciones para Cataluña, resultado de las que ha efectuado la oficina estadística de la Generalitat (Idescat) y de haber aflorado un gran número de empleos a resultas de la inmigración. Según estas cifras, Cataluña es hoy 8.035 millones de euros más rica de lo que se pensaba y cuenta con 220.000 trabajadores más. Con esas cifras en la mano, Maragall lanzó un mensaje de optimismo respecto a la economía. "La nueva base contable supone la consolidación del ciclo expansivo y mantiene el peso de Cataluña en torno al 19% del PIB español", dijo.

Los datos estadísticos eliminan de un plumazo algunos de los fantasmas del discurso dominante sobre la economía catalana de los últimos años. Con la nueva contabilidad, el PIB catalán creció el 3,1% en 2004 y el 2,9% en 2003, más de medio punto respecto a las cifras anteriores. Con la inclusión de los cambios metodológicos y estadísticos, el crecimiento autonómico es igual que el de la media española.

Exportaciones

En un contexto de pérdida de empresas por las deslocalizaciones y de preocupación por la mengua de peso de Cataluña -argumento que utilizaron repetidas veces los socialistas catalanes cuando estaban en la oposición-, Maragall hizo hincapié en la buena salud de la economía, beneficiada incluso por "la recuperación de las exportaciones y de la inversión en bienes de equipo".

Con todo, el presidente catalán reclamó "pautas de crecimiento más equilibradas", en referencia a la fuerte expansión de la construcción en los últimos años, y defendió el acuerdo de competitividad "como instrumento para transformar el modelo económico" de Cataluña.

- Plan para Cataluña. Maragall reclamó un mayor volumen de inversión en infraestructuras para no erosionar la competitividad de la economía. El presidente anunció que negocia con el Gobierno central un plan para Cataluña "que se debería aprobar en 2005". El objetivo es que la inversión pública del Estado en la comunidad "se mantenga en torno al 19% del PIB a largo plazo y no dependa de una negociación año a año".

Las negociaciones se iniciaron con la última visita del presidente del Gobierno central, José Luis Rodríguez Zapatero, e incluyen "un régimen especial para que los puertos y aeropuertos tengan una gestión más autónoma". El objetivo último es que la red de infraestructuras "se articule en forma de red y abandone la actual estructura radial", afirmó, y destacó la "sintonía" del Ejecutivo autónomo con Zapatero en este punto.

- Financiación. Maragall prometió ante varios centenares de empresarios que mantendrá una "firmeza extrema" en la negociación con el Gobierno del modelo de financiación autonómica que surja del nuevo Estatut. Asimismo reiteró el "compromiso" de las fuerzas políticas catalanas respecto al nuevo Estatut y a la financiación, y recalcó que la propuesta catalana "no supone privilegios para la comunidad ni es un cupo encubierto", a diferencia de lo que ha asegurado el consejero de Comercio, Josep Huguet. "El modelo de financiación que se desprenderá del Estatut es eficiente y solidario, y debe ser el instrumento que permita llevar a cabo las propuestas sociales y económicas que necesita Cataluña", resumió.

- Política energética. A preguntas de los empresarios, Maragall explicó los objetivos de la política energética del Gobierno, aunque evitó pronunciarse sobre la línea de interconexión eléctrica con Francia. Afirmó que esa línea "supone un solo párrafo de las 274 páginas del nuevo plan energético" y que el Gobierno autónomo "está analizando todas las posibilidades para tomar una decisión compleja y que no dará satisfacción a todo el mundo". Maragall atribuyó la polémica suscitada entre los socios del Ejecutivo a que "ni en Cataluña ni en España se sabe qué es un gobierno de coalición". "Debemos internalizar parte de los debates que de otra manera se harían en el Parlament", advirtió ante un auditorio en el que figuraban el presidente del Círculo de Economía, Antoni Brufau (Repsol); los vicepresidentes, Salvador Gabarró (Gas Natural) y José Manuel Lara (Planeta), y la gran mayoría de los consejeros del Gobierno catalán.

[Frente al "buen momento económico" que describió Maragall, la encuesta de situación económica del Colegio de Economistas mostraba ayer que en los últimos meses la economía catalana ha sufrido un deterioro que continuará hasta final de año y que se extiende al conjunto de España].

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Claudi Pérez
Director adjunto de EL PAÍS. Excorresponsal político y económico, exredactor jefe de política nacional, excorresponsal en Bruselas durante toda la crisis del euro y anteriormente especialista en asuntos económicos internacionales. Premio Salvador de Madariaga. Madrid, y antes Bruselas, y aún antes Barcelona.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_