Masificación en los centros

Los trabajadores de los seis centros de menores que hay en Cataluña denuncian que están masificados, que falta personal y que, en consecuencia, la reinserción de los reclusos es "casi nula actualmente", según el presidente del Comité Intercentros de justicia de Comisiones Obreras, Santi Martín. En Cataluña hay actualmente alrededor de 270 menores internados, el 41% de los cuales son extranjeros, y las previsiones sindicales son que esta cifra continúe aumentando.

La congestión de los centros impide, según los sindicatos, un trato personalizado hacia los menores: hay un educador por cada ocho reclusos, y centros diseñados inicialmente para acoger a 50 internos hoy alojan a 85. Los trabajadores consideran que estas cifras explican el aumento de fugas de estos últimos meses. "Con mejores condiciones para trabajar es más fácil establecer una buena relación con el chaval. Entonces no piensa en escapar porque se siente a gusto, atendido", afirma Martín.

Sindicatos y educadores consideran que la masificación de los centros de menores catalanes empieza con la entrada en vigor de la nueva Ley Orgánica de Responsabilidad Penal de los Menores, que se, aprobó en el 2000. Dicha ley, que amplió la edad penal de los 16 a los 18 años, "nació sin recursos materiales ni personales", juzga Martín.

Los trabajadores calculan que el número de menores reclusos ha aumentado en más de un 60% en los últimos cinco años, y que su perfil se ha endurecido.

La Generalitat de Cataluña, a través del director general de Justicia Juvenil, Josep Font, desmiente las acusaciones, y cree que "hay suficiente personal para mantener los niveles de calidad". Además, la administración autonómica ha anunciado que tiene previsto inaugurar un nuevo centro para menores el próximo año en el distrito barcelonés de Horta-Guinardó.