_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Un pequeño alivio

Los ministros de Finanzas del Grupo de los Ocho acordaron ayer en Londres condonar la deuda externa de los 18 países más pobres del mundo -todos africanos, además de Bolivia, Guyana, Nicaragua y Honduras- con los organizaciones multilaterales de crédito (FMI, Banco Mundial y Banco Africano de Desarrollo), equivalente a más 40.000 millones de dólares. Otros 11 se beneficiarán por un monto de 11.000 millones en un plazo de un año y medio, y 11 más, por otro de 4.000 millones, si cumplen ciertos criterios.

La cifra total es de 55.000 millones, lo que, sin duda, es un alivio, aunque insuficiente, pese a que el ministro británico Brown ha calificado de histórico el acuerdo. La deuda cancelada apenas representa el 10% de lo necesario para cumplir los objetivos de la ONU de reducir a la mitad la pobreza mundial en 2015, según se han apresurado a destacar las ONG. Nada han dicho los ministros de la propuesta de Blair de crear una especie de Plan Marshall para África a través de una Facilidad Financiera Internacional o de duplicar la ayuda al desarrollo.

Es cierto que cualquier tipo de acuerdo que implique el olvido definitivo de la deuda no favorecerá la captación de recursos financieros adicionales de las organizaciones multilaterales. Sin dinero fresco, la posibilidad de neutralizar ese círculo vicioso es limitada. Pero no es menos cierto que la cancelación indiscriminada no permite diferenciar positivamente a los gobiernos de los países que han hecho mejoras en la calidad de su gobierno. Pueden ser, en efecto, malas señales que favorezcan indirectamente las malas prácticas, cuando no directamente la corrupción, que ha agravado la situación económica y social de esos países.

La reclamación de una mayor generosidad financiera a los ricos no debe excluir la exigencia de que la administración de los recursos en los beneficiados de esas condonaciones sea honesta y eficiente. El paso dado en Londres, pese a no responder a todas las expectativas, es un buen fundamento en el que asentar los objetivos de la cumbre del G-8 el mes próximo en Gleneagles (Escocia).

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_