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Reportaje:

Libre de las arenas de Marte

El robot 'Opportunity' logra salir de la duna del planeta rojo en la que se había quedado atascado a finales de abril

El robot de la NASA Opportunity, que lleva en Marte casi 500 días, ha superado el mayor apuro sufrido hasta ahora, al lograr salir de una duna en la que estaba atascado desde finales de abril. El pasado fin de semana, los expertos que se ocupan de su control han recibido fotografías tomadas por el propio Opportunity en las que se aprecian las marcas profundas que han hecho las ruedas al intentar liberase y, por fin, la rodadas del desplazamiento libre.

"Tras un mes enervante, el equipo del robot está entusiasmado y aliviado al ver finalmente las ruedas sobre la arena en lugar de medio enterradas", dijo ayer Jeffrey Biesiadecki, uno de los ingenieros del Jet Propulsion Laboratory (California) encargados del robot.

El Opportunity estudiará ahora el terreno en que se atascó. Luego los ingenieros se asegurarán de que tiene suelo firme por delante antes de ordenarle reemprender el camino.

Hace casi cinco semanas los encargados de enviar las órdenes diarias al Opportunity y de recibir la información de lo que ha hecho en la jornada, se dieron cuenta de que algo andaba mal: los datos indicaban que las ruedas giraban, pero el robot no se movía, sino que patinaba en la arena. En las fotografías tomadas por las cámaras del propio robot se veía una rueda semienterrada.

¿Qué había pasado? El vehículo estaba pasando sobre una duna de escasa elevación (unos 30 centímetros) y se había atascado. Las cámaras de navegación del robot le ayudan a desplazarse, pero difícilmente pueden identificar el peligro que supone una superficie perfectamente plana y similar a otras recorridas anteriormente pero con arena más fina o más suelta.

Para atacar el problema, los ingenieros recurrieron a los ensayos previstos para situaciones difíciles, cuando no basta con probar en modelos de ordenador el efecto que tendrán las órdenes que se envían a Opportunity y a su gemelo Spirit. En esos casos conviene reproducir lo más fielmente posible la situación real en la llamada sala de arena de JPL, y allí se desarrollan estrategias y se valoran riesgos con un prototipo idéntico a los robots que están en Marte. Así, durante varias semanas se ha ido comprobando el efecto de las órdenes enviadas al Opportunity para ayudarle a salir de la duna, moviendo las ruedas muy despacio.

Desde el pasado 26 de abril las ruedas del Opportunity han girado como para desplazarse 177,2 metros, sin embargo el vehículo ha recorrido sólo 93 centímetros, informa la NASA. Hace unos días se empezó a notar que el robot patinaba menos que antes y que estaba avanzando. Durante el fin de semana pasado se comprobó que era menor la angulación de los segmentos de las ruedas centrales y traseras de la suspensión del vehículo, lo que podría significar que había superado el borde de la duna.

El Opportunity parece que está bien, que puede seguir funcionando normalmente, pero los especialistas de JPL han explicado que la opacidad de la atmósfera de Marte ha aumentado en los últimos días y que los paneles solares del robot captan menos energía. Por eso, durante las noches, tiene que estar en lo que se denomina estado de sueño profundo, reduciendo al mínimo sus funciones y ahorrando energía.

Mientras en Meridiani Planum, una región ecuatorial de Marte, el Opportunity se ha salvado por los pelos de su trampa de arena, en el otro lado del planeta, en el cráter Gusev, su gemelo Spirit continúa trabajando normalmente. En las últimas jornadas ha realizado unos análisis de suelo y ahora está explorando los alrededores de una elevación del terreno, llamada Husband Hill, para buscar el mejor camino hacia la cumbre.

Spirit y Opportunity llegaron a Marte en enero de 2004 con la previsión de funcionar tres meses allí, pero han superado con creces el objetivo.

Rodadas del <i>Opportunity</i> en Marte tras salir de la arena donde se atascó.
Rodadas del Opportunity en Marte tras salir de la arena donde se atascó.NASA

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