Los intérpretes de repertorio antiguo exigen el cuidado del patrimonio musical

No se puede calcular ni su cuantía ni dónde se esconde, entre papeles, baúles y archivos con telarañas, en iglesias, palacios, despachos privados, pero es enorme e incalculable el tesoro del repertorio antiguo en la música española. Y demasiado desconocido para ser, según Jordi Savall, uno de los fundadores de la Asociación Profesional de Intérpretes de Música Antigua (Apima), "de los mejores del mundo", como afirmó ayer en Madrid al presentar, rodeado de sus mejores colegas españoles, un manifiesto en el que exigen "el reconocimiento y la revalorización de nuestro patrimonio musical histórico".

Estaban todos los fundamentales en el campo de la música antigua detrás de esta iniciativa, que llega tarde, para lo que sería de esperar, "pero a tiempo", según el propio Jordi Savall, que la defendió ayer con ahínco y determinación en la sede de la Asociación de Intérpretes y Ejecutantes (AIE) -cuyo responsable, Luis Cobos, también estuvo presente-. Allí se reunió la mejor representación de músicos expertos en sonidos medievales, renacentistas y barrocos de España. Estaban Miguel Sánchez, de Alia Música; Eduardo López Banzo, de Al Ayre Español; Emilio Moreno, del Concierto Español; Ventura Rico, de la Orquesta Barroca de Sevilla; Pedro Estevan, Montserrat Figueras, de los grupos de Savall, miembros de La Folía, acompañando a Josep Borràs, presidente de Apima, fundada hace dos años.

El manifiesto es claro y un primer paso de concienciación sobre un asunto en el que hay que actuar rápido: "A pesar del extraordinario y creciente interés en todo el mundo por las músicas barrocas, renacentistas y medievales, no existe en España un pleno reconocimiento institucional de la gran importancia de nuestro patrimonio nacional histórico", comienza el texto. Según los intérpretes, se destina la práctica totalidad de los recursos para músicas del romanticismo y el modernismo: "Recordemos que nuestras orquestas sinfónicas, nuestros grandes teatros responden a un modelo cultural centroeuropeo centrado en el siglo XIX, mientras que nuestro gran repertorio universal, desde las cantigas de Alfonso X El Sabio a las óperas de Martín i Soler, depende del buen hacer de la iniciativa privada", afirman.

"España necesita recuperar sus principales músicas históricas, ya que representan uno de los patrimonios intangibles de la humanidad más importantes y más significativos por su relación histórica con las culturas musicales del Mediterráneo y del Nuevo Mundo", afirma el texto del manifiesto.

Después proponen siete medidas para normalizar una situación que no puede deteriorarse más: "La primera consiste en promover un trabajo exhaustivo de investigación y catalogación con accesibilidad para los expertos y con la edición de obras esenciales; segundo, reestructurar el marco educativo actual para la enseñanza de la música antigua; tercero, promocionar la presencia de intérpretes y del repertorio español en festivales, ciclos de conciertos y medios de difusión con fondos públicos; cuarto, adoptar medidas para impulsar y apoyar la difusión del patrimonio musical en el extranjero; quinto, ayudas a las grabaciones; sexto, racionalización del régimen de contribuciones a la seguridad social de los profesionales, y, por último, impulsar los convenios de residencia entre ciudades y comunidades autónomas con los conjuntos de música histórica españoles".

Individualistas

Todos los participantes en el acto reivindicativo se mostraron dispuestos a ponerse manos a la obra cuanto antes: "Los músicos somos las personas más individualistas que existen", afirmó Savall. "Es muy difícil que nos reunamos y que nos pongamos de acuerdo, pero tenemos que hacer algo porque cuando reivindicamos algo individualmente no conseguimos nada, pero si lo hacemos como parte de un colectivo tenemos más posibilidades de que nos escuchen".

La llamada de atención va dirigida sobre todo a los poderes públicos pero hay otras instituciones, como la Iglesia, que cuenta con una incalculable riqueza de patrimonio musical escondido entre los muros de sus conventos e iglesias, que también deben reaccionar. Aunque, para que tomen conciencia de ello, habrá que ir con mano izquierda, según López-Banzo: "Éste es un primer paso, no creemos que sea el momento de crear conflictos en ese sentido", dijo el director de Al Ayre Español. Para este intérprete aragonés, con cada vez mayor presencia internacional, habría que empezar por otras cosas: "Con la creación de un consejo nacional y la creación de festivales públicos, por ejemplo".

El caso es contar con mecanismos de defensa cuando salten los problemas de siempre para salvar trabas cuando se busca repertorio, según Josep Borràs: "Empieza siendo algo circunstancial, pero luego le ocurre a otro y a otro, y lo que es algo aislado se vuelve general. Contra esas cosas que se repiten es contra las que debemos actuar".