Zapatero asegura que "el proceso de ratificación continúa" pese al 'no' francés

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, insistió anoche en que "el proceso de ratificación continúa", pese al resultado negativo del referéndum francés, según informó un portavoz de La Moncloa que habló con él por teléfono tras la intervención del presidente francés, Jacques Chirac. El comisario europeo de Economía, Joaquín Almunia, manifestó, por su parte, que espera que el euro no tenga que sufrir las consecuencias de este rechazo francés que, dijo, puede impulsar la negociación de los presupuestos de la Unión Europea.

Zapatero, que se manifestará hoy sobre este asunto, recuerda, según la fuente gubernamental citada, que la Constitución ha sido ya ratificada por 200 millones de europeos y por nueve países, entre ellos España, Alemania, Italia y Austria. El presidente opina, en consecuencia, que, aun siendo "un tropiezo ineludible", dado que Francia es miembro fundador de la UE, el resultado de ayer "no puede privar al resto de los países de la oportunidad de pronunciarse".

Zapatero espera, por ello, que, dado que la propia Constitución establece que entrará en vigor mientras no sea rechazada por al menos cinco países, el Consejo Europeo cuente los resultados en otoño de 2006 y haga el balance de votos afirmativos y negativos en esa fecha.

El presidente del Gobierno reafirma, además, que "España tiene razón" al haberse adelantado en la ratificación de la Carta Magna y que, con su fuerte crecimiento económico, con el buen hacer de sus deberes comunitarios y con la ampliación de los derechos cívicos y sociales realizados por el Gobierno socialista, "va a seguir avanzando por la vía de la Constitución europea, como expresaron los españoles en el referéndum del 20-F".

Impulsar la integración

Zapatero habló anoche por teléfono con Chirac, al que le transmitió su respeto por la decisión del pueblo francés. Ambos estuvieron de acuerdo en que el proceso de ratificación debe continuar y que es preciso seguir impulsando la integración de la UE.

Alberto Navarro, secretario de Estado para Asuntos Europeos, destacó que el resultado francés es la consecuencia de factores muy diversos. "Creo que no es un no a Europa", dijo, "sino que se debe a muchos factores de política interna y a muchos miedos, a la deslocalización, a la última ampliación, a la inmigración, que hay que explicar. Pero quiero insistir en que el proceso de ratificación sigue adelante y la Unión sigue adelante con las negociaciones de sus presupuestos para el septenio 2007-2013, para la adhesión de Turquía, para realizar la agenda de Lisboa, el espacio común de justicia y libertad, etcétera".

El comisario de Economía, Joaquín Almunia, estimó que, en su opinión, el rechazo francés de la Constitución puede servir de acicate para que la negociación de las perspectivas financieras se cierre el próximo mes de junio. También manifestó que espera que los mercados reaccionen con serenidad y que este resultado no afecte a la cotización del euro.

El presidente Zapatero viajará precisamente hoy a Luxemburgo para negociar con el presidente de turno de la UE, Jean-Claude Juncker, las llamadas perspectivas financieras de la Unión, en las que España se juega hasta 13 millones de euros para el próximo septenio presupuestario.

El resultado del referéndum francés puede influir muy negativamente en esa negociación, que afronta posiciones muy firmes y enfrentadas de los principales socios, especialmente del Reino Unido y Alemania. Pero también podría ocurrir que la crisis europea, y la necesidad de serenar a los mercados, provoque el efecto opuesto, de poner en evidencia que el consenso presupuestario tiene que ser alcanzado con urgencia.

Roberto Salavilla, portavoz del PP en la Comisión de Asuntos Europeos, alertó anoche de un posible "efecto dominó" del referéndum francés, cuyo resultado valoró como "una mala noticia". A su vez, el portavoz del Grupo Popular en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, Gustavo de Arístegui, advirtió en declaraciones a Europa Press que el rechazo de Francia "no será gratis", y que las primeras víctimas podrían ser "el proceso de reformas, la credibilidad de la UE y la estabilidad del euro". "Es un día triste" para todos los ciudadanos europeos, recalcó.

Desde IU, por el contrario, se calificó de "magnífica noticia" el no de Francia, al considerar que evidencia que "otra Europa es posible". El portavoz de la coalición en la Comisión de Exteriores del Congreso, Willy Meyer, consideró que es "un rechazo rotundo a una manera de entender Europa sin contar con los ciudadanos y lesionando los derechos adquiridos por los ciudadanos europeos".