El Consejo Escolar del Estado pide que la clase de religión no tenga alternativa

El Consejo Escolar del Estado, máximo órgano consultivo en materia educativa, votó ayer en pleno que la asignatura de religión se estudie voluntariamente en los colegios pero que el resto de los alumnos no tengan que matricularse, a cambio, en una materia alternativa. Más de 40 consejeros aprobaron esta resolución cerca de la media noche. El pleno continuó después de haber sufrido horas tensas por la mañana, cuando las organizaciones conservadoras calificaron de "bodrio" el funcionamiento de las votaciones. Las fuerzas progresistas defendieron al organismo.

La asignatura de religión quedará, si se asumen las recomendaciones del Consejo Escolar del Estado, de la siguiente manera: será de oferta obligada en todos los centros para aquellos alumnos que quieran estudiarla, pero, por supuesto, de libre elección. El Consejo Escolar del Estado pidió ayer, además, que los alumnos que no se matriculen en religión no tengan que optar por una asignatura alternativa para cubrir ese horario. El Ministerio dijo que consultaría al Consejo de Estado si las familias que lo soliciten expresamente pueden eludir matricularse en una asignatura alternativa. El Consejo Escolar también aprobó cerca de la medianoche que el Gobierno eleve hasta el 7% el PIB para educación. Fue una propuesta del sindicato STES que se aprobó por 28 votos a favor y ninguno en contra. A esas horas todavía quedaban en el pleno cerca de 45 consejeros.

Los miembros del Consejo vivieron ayer otra jornada crispada. El debate en el pleno del informe sobre la Ley Orgánica de Educación (LOE), al que se han presentado más de 1.800 enmiendas reabrió el enfrentamiento entre las organizaciones conservadoras y las progresistas. El tiempo para debatir tantas enmiendas fue el motivo por el que han protestado vivamente las organizaciones conservadoras y católicas que integran el organismo. Entienden que ese número de enmiendas no puede debatirse en "tan corto espacio de tiempo". El presidente de la Confederación católica de padres (Concapa), Luis Carbonel, tachó el pleno de "bodrio" y anunció, junto al resto de organizaciones conservadoras, que tratarán de "oponerse con todos los medios legítimos a que la nueva ley salga adelante. Para ello se plantearán los recursos pertinentes", dijo. Y amenazó con movilizaciones en la calle.

La presidenta del Consejo, Marta Mata, defendió que la discusión de esta ley ha contado con más tiempo del que dispusieron para otras leyes. "Llevamos desde septiembre y en el pleno se ha votado que sigamos adelante en estos dos días hasta concluir. Hemos votado sabiendo en todo momento lo que se votaba", dijo. Las organizaciones conservadoras aseguraron que en el pleno se han votado enmiendas "anticonstitucionales", que no recogen el derecho de los padres "a elegir el colegio que quieren", algo que negó categóricamente Marta Mata.

No todo fueron enfrentamientos. Marta Mata señaló algunos de los aspectos con más consenso: la necesidad de una financiación educativa suficiente, la mejora de las condiciones laborales del profesorado y la calidad pedagógica. Pero el día de ayer fue tenso. Las fuerzas progresistas y conservadoras mostraron abiertamente discrepancias que parecen irresolubles. Los sindicatos CC OO, UGT y el Sindicato de Estudiantes, entre otros, salieron en defensa del Consejo y defendieron su "organización democrática e imprescindible" en la vida política. Si bien creen que podría modificarse su funcionamiento.

El Consejo Escolar del Estado está integrado por 80 representantes: profesores de la enseñanza pública y privada, padres de alumnos, estudiantes, personal de administración y servicios, titulares de centros , centrales sindicales, patronales educativas, miembros de la universidad, de la Administración educativa y personalidades de reconocido prestigio. Su función es elaborar informes sobre las leyes educativas, que luego se votan en el pleno, donde lo acordado puede modificarse con enmiendas.