La ONU acelera la búsqueda de una solución política para Kosovo

El secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, pronunció ayer un discurso ante el Consejo de Seguridad que significa un impulso para la futura solución del estatuto político de Kosovo. Annan aseguró que se habían producido progresos por parte del Gobierno autónomo en el cumplimiento de las condiciones, los estándares, que le exige la comunidad internacional para negociar su estatuto definitivo.

En grandes carteles situados junto a las destartaladas carreteras de Kosovo, aparece la expresión que más veces se pronuncia en la política de esta provincia serbia administrada por la ONU desde 1999: "estándares democráticos". La UE y EE UU han mostrado en las últimas semanas su intención de acelerar este proceso, que los albaneses (90% de la población) quieren que acabe en la independencia, y los serbios (8%), en una amplia autonomía.

Además de Bruselas y Washington, la ONU y la OTAN -que tiene desplegados 17.000 soldados, 800 de ellos españoles,- también quieren romper cuanto antes el nudo gordiano del estatuto definitivo. El pogromo en marzo de 2004 por parte de radicales albaneses contra serbios y gitanos, que acabó con 19 muertos, demostró que la situación no podía permanecer congelada para siempre.

Naciones Unidas se muestra confiada en que albaneses y serbios sean capaces de trabajar juntos en el proceso que debe servir para establecer el estatus futuro de un territorio que sigue siendo una provincia serbia.

El informe presentado ayer ante el Consejo de Seguridad por el secretario general de la ONU, Kofi Annan, dice que hay señales alentadoras. Pero insiste en que es necesario un mayor esfuerzo porque siguen existiendo "deficiencias" en las ocho áreas prioritarias del examen de madurez política, los llamados estándares.

La ONU advierte de que siguen produciéndose brotes de violencia o de intimidación, que califica de "preocupantes" y que pueden suponer una amenaza al proceso. "Es responsabilidad de todos el asegurarse de que las acciones de los extremistas no dicten el curso futuro de Kosovo", señala el informe.

La participación serbia en el proceso político es clave, pero la ONU advierte de que sigue siendo baja y espera señales positivas de Belgrado, aunque hay aspectos "alentadores" del diálogo con Pristina sobre aspectos prácticos: ayer mismo Belgrado entregó los cuerpos de 64 albaneses asesinados durante la guerra.

La idea de Annan es designar en un mes a un enviado especial que siga de cerca el cumplimiento de los ocho criterios fijados por la comunidad internacional -la convivencia étnica es uno de los más importantes-, antes de decidir el estatus definitivo de Kosovo. Entre los nombres que se barajan está el del embajador noruego ante la OTAN, Kai Eide.

Desde marzo de 2004 no se han producido ataques étnicos graves, ni siquiera cuando el primer ministro Ramush Haradinaj, un antiguo comandante de la guerrilla albanesa considerado un héroe nacional, se entregó al Tribunal de La Haya acusado de crímenes de guerra, o cuando la provincia fue visitada por el presidente serbio, Boris Tadic. Sin embargo, la tensión existe y los principales políticos albaneses, empezando por el presidente, Ibrahim Rugova, han reiterado que no aceptarán otra solución más que la independencia, que Belgrado no quiere.

En cualquier caso, como explicaban recientemente fuentes diplomáticas en Pristina, se trata de un proceso más largo de lo que muchos albaneses creen. "El informe del enviado especial será realizado este verano. Luego deberá ser discutido en otoño por el Consejo de Seguridad, donde la posición de Rusia o China contra la independencia no es ningún secreto", explica la fuente. El proceso a punto de comenzar, que también puede incluir el nombramiento de un negociador internacional, puede acabar en 2006 o incluso en 2007.