La UE protesta por la lista negra impuesta por EE UU a las aerolíneas

El Gobierno de Estados Unidos ha elaborado una lista negra en la que figuran unas 30.000 personas "indeseables" que tienen prohibida la entrada en el país. A causa de esta lista, dos vuelos europeos hacia EE UU han sido desviados en una semana por error. En una reunión técnica sobre seguridad fronteriza mantenida ayer en Bruselas, la UE expresó a EE UU sus preocupaciones sobre esta nueva y unilateral medida de control tomada por Washington.

El asunto será tratado de nuevo a más alto nivel el próximo miércoles durante una reunión entre el secretario de Seguridad estadounidense, Michael Chertoff, con el Alto Representante de la UE, Javier Solana, y el comisario europeo de Seguridad, Franco Frattini. "Esta lista negra se pone en manos de las compañías aéreas y hemos hablado de cuáles son los criterios para incorporar a alguien a esa lista, hemos planteado cuestiones jurídicas y qué sucede cuando hay errores", dijo ayer el director general de Seguridad de la Comisión Europea, Jonathan Faull. "Comprendemos perfectamente las medidas tomadas por nuestros amigos americanos y los motivos que las alientan. Pero hay que preguntarse sin son las compañías aéreas las que deben manejar estos datos".

Jonathan Faull, que aclaró que tales preocupaciones no significan desacuerdo con las nuevas medidas de control americanas, encabezó ayer la delegación europea en la reunión mantenida con los expertos en seguridad fronteriza y transportes de EE UU, liderados por el subsecretario de Seguridad Interior, Randy Beardsworth, que defendió la iniciativa tomada por su país para cerrar el paso a cualquier sospechoso de terrorismo. "La cuestión es si debemos permitir a estas personas entrar en nuestro país o sobrevolar nuestro Parlamento", se defendió Beardsworth ante los periodistas. A puerta cerrada, Beardsworth admitió que la confección de la lista negra no se hace basándose en la información policial o judicial, sino en base a "la evaluación de riesgos".

Tal evaluación ha conocido ya dos sonados errores. El pasado día 12 un vuelo de Air France procedente de París con destino a Boston fue desviado al aeropuerto de Bangor al coincidir el nombre de un pasajero con el de uno de los que figuran en la lista. El pasajero, detenido por error, fue puesto inmediatamente en libertad. Cinco días más tarde, el pasado martes, ocurría algo similar con un vuelo de Alitalia procedente de Milán también con destino a Boston.

La Administración de Bush ya ha anunciado su intención no sólo de mantener esta nueva política, sino de intentar tener los datos de los pasajeros para poderlos cotejar incluso antes del despegue, que es la finalidad con la cual se dictó la norma en diciembre pasado. A este respecto, Beardsworth expresó que una de las preocupaciones de Washington es la de mejorar la seguridad sin entorpecer los intercambios comerciales.

Por lo demás, tanto Faull como Beardsworth recordaron que a partir de octubre ningún pasajero europeo procedente de los antiguos 15 miembros (excepto Grecia, que requiere visado) y de Eslovenia podrá entrar en territorio estadounidense sin un pasaporte biométrico (con foto y huellas dactilares digitales), conforme a lo pactado entre ambas partes. El resto de los europeos de la UE, a los que aún se les pide visado, también tendrán que incorporarse a los nuevos pasaportes antes de julio del próximo año.

En la reunión mantenida ayer también se trató el asunto de los datos de los pasajeros aéreos; 34 datos en total que todos los viajeros deben aportar a la compañía aérea con la que viajen a EE UU.