_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Huelga de Pentecostés

Tras la canícula del verano de 2003, que provocó en Francia la muerte de 15.000 personas, en su mayoría ancianos, el Gobierno de Jean-Pierre Raffarin impulsó por ley una jornada de solidaridad, en la que los ingresos del trabajo irían a constituir un fondo para dotar al país de infraestructuras y servicios que eviten una calamidad similar en el futuro. El día fijado fue el lunes de Pentecostés. El verano de 2004 no fue caluroso, y conforme se acercaba la fecha los franceses empezaron a darse cuenta de que iban a perder uno de los puentes más preciados del año. La coincidencia con la campaña por el referéndum europeo y la impopularidad de Raffarin hicieron el resto. Ayer el lunes de Pentecostés se convirtió en un día de rebelión.

Más información
Los sindicatos desafían al Gobierno francés a 13 días del referéndum

La huelga fue secundada, mayoritariamente, por el sector público: enseñanza, transportes y correos, con el consiguiente caos aéreo. En el sector privado, debido a los mecanismos establecidos cuando se fijó la semana laboral de 35 horas y a las posteriores modificaciones de esta regla, los trabajadores disponen de días libres que pueden tomarse durante el año, y esto es lo que mayoritariamente ha sucedido. Muchas grandes empresas han cerrado sus puertas y descontarán a sus asalariados un día libre.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

El Gobierno hace sus cuentas, algo extrañas, y se da por satisfecho. Citando una encuesta que aseguraba que el 75% de los asalariados se oponían a la medida y fijaba en un 44% el porcentaje de quienes irían a trabajar, y dado que el 28% optaba por gastar un día libre y el 13% trabajaba en empresas que habían decidido cerrar por su cuenta, resultaba que sólo un 14% secundaba la huelga.

Y pese a la resistencia social, el erario público calcula que recaudará lo previsto.

Pero cuando la intención del no en el referéndum del 29 de mayo sobre la Constitución Europea vuelve a repuntar en los sondeos, el lunes de Pentecostés no festivo de ayer muestra una Francia insolidaria hacia adentro, en la que su primer ministro ha perdido toda autoridad y se ha convertido en un lastre. Cuanto menos aparezca, mejor; de otro modo, el referéndum se convertirá directamente en lo que se ha llamado un raffaréndum, es decir, una victoria del no.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_