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LA REFORMA DE LAS CARRERAS

HISTORIA DEL ARTE : "Necesitamos profesionales que se ocupen del patrimonio artístico"

"¡La cultura no es basura!" "¡No dejes que devoren nuestro patrimonio!", gritan y defienden los alumnos de Historia del Arte en las manifestaciones que se están convocando estos días en distintas ciudades españolas para evitar que se suprima esta carrera. La propuesta del Consejo de Coordinación Universitaria es que estos estudios se integren dentro de Historia como una especialidad. Así ocurría antes de 1990, cuando se efectuó la modificación de los planes de estudio. Pero esta sugerencia ha sido tomada por los profesores y alumnos como una forma de asfixiar la Historia del Arte. "Necesitamos profesionales de la cultura que se ocupen de la organización de los museos, de las exposiciones, de investigar cuando es falso un cuadro o la trayectoria de un determinado artista...", explica Claudia, estudiante de esta carrera.

El catedrático de Historia del Arte en la Autónoma de Madrid Juan Antonio Ramírez defiende lo mismo: "Si se suprime, la repercusión va a ser inmediata: toda un área del conocimiento, floreciente y próspera, se va a ver cercenada". También el decano de la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Sevilla, José Fernández, considera "absurdo" la idea de la eliminarla, pues "aunque se intenta transmitir lo contrario, en muchas universidades europeas se estudia Historia del Arte y se seguirá estudiando".

La demanda de estos estudios no es irrelevante: 15.321 alumnos cursaban esta carrera en 2002-2003. Las universidades que la imparten son 25 (públicas y privadas). En la Universidad Complutense, por ejemplo, Historia del Arte se encuentran dentro de las 50 titulaciones más demandadas y desde hace ya algunos años se vienen cubriendo sus 300 plazas en junio.

La mayoría de los estudiantes que optan por estudiar esta carrera lo hacen por vocación. Las salidas laborales se centran en la intervención directa en el patrimonio cultural: en investigación, protección, gestión, conservación, restauración, difusión y didáctica. "De todas las disciplinas de Humanidades, es la que cuenta con mayores posibilidades de salidas profesionales. Es un disparate que se suprima", señala el profesor de Historia del Arte de la Complutense Antonio Momplet.

Los docentes insisten en que su defensa por esta carrera no se debe a una cuestión endogámica, sino que va más allá. Carlos Reyero, catedrático de Historia del Arte de la Universidad Autónoma de Madrid lo cuenta: "No es un problema corporativo, porque somos funcionarios, sino un problema científico. Se trata de unos estudios que tienen sentido en la universidad. Tienen un método específico y una diversificación en cuanto a contenidos. ¿Dónde se van a estudiar ahora?"

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