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Reportaje:ENSEÑANZAS EN EL EXTRANJERO

Un colegio al otro lado de la frontera

Más de 50.000 alumnos participan en programas educativos españoles impartidos en el extranjero

Carmen Morán Breña

Más allá de las fronteras españolas hay 19 Consejerías de Educación. La última se ha creado recientemente en China. Las hay en Andorra, en México, en Polonia, en Brasil, en Portugal, Australia, Suiza. Así, hasta 19 países. Todas dependen del Ministerio de Educación, cuyo objetivo es "promocionar la lengua y la cultura españolas" mediante diferentes programas educativos que se imparten en más de 100 centros. Alrededor de 50.000 alumnos y unos 1.200 profesores participan en ellos. En 24 colegios el Estado tiene la titularidad completa, pero hay otras formas de intervención educativa, como se detalla a continuación:

- Centros propios. Aunque el Ministerio de Educación no está obligado a garantizar centro escolar ni estudios propios a los españoles que viven fuera, posee

Europa del Este es una zona preferente por la alta demanda de enseñanzas en español

24 colegios en otros países donde se estudia del mismo modo que si estuvieran en España. En esos casos, el edificio del centro es español y en él trabajan funcionarios y contratados. En estos colegios se atiende a casi 9.000 alumnos, no siempre españoles. En Marruecos es, por razones y lazos históricos, donde más escuelas españolas hay, 11, y, por poner un ejemplo, en los centros de formación profesional ubicados allí estudian 279 alumnos extranjeros y seis españoles.

A veces la titularidad de los colegios en el extranjero es mixta: están codirigidos por españoles y en ellos se imparten enseñanzas de uno u otro país, pero siempre con una presencia equilibrada de los estudios españoles. Los centros de titularidad estatal son los más caros para el Gobierno, por eso, probablemente la política de expansión del ministerio en el futuro adopte otras formas, como las que se explican más adelante.

- Convenios con escuelas. Este programa se basa en la firma de acuerdos con escuelas e institutos iberoamericanos en cuyos programas escolares se introducen enseñanzas del sistema educativo español de lengua, literatura, geografía e historia. De esa forma los alumnos pueden obtener el título que expiden ambos países. Inspectores del ministerio supervisan que estos estudios se impartan de forma correcta. Por ahora se trata de centros privados de enseñanza prestigiosa, aunque se pretende ampliarlo a centros públicos. Se prima la excelencia académica; los alumnos brillantes reciben 600 euros. Y se organizan en España cursos de verano para formar a los profesores de aquellos países.

Según explica el subdirector general de Cooperación Internacional del Ministerio de Educación, Miguel González Suela, "no es tanto que los españoles allí tengan acceso a esos centros, sino crear vínculos entre aquellos estudiantes y el sistema educativo español". "Se busca afianzar y ampliar los lazos culturales, económicos, científicos y de otra índole entre las comunidades española e iberoamericana", en palabras del secretario general técnico de Educación, Javier Díaz Malledo.

- Minicentros. En algunos países europeos y en Estados Unidos, España tiene 25 secciones educativas. Para imaginarlo, se trataría de pequeños centros españoles dentro de colegios públicos de prestigio de los países donde se ubican. Son experiencias bilingües en las que se introducen estudios de lengua, literatura, historia y geografía españolas en países donde el español no es especialmente demandado. Los niños allí están atendidos por funcionarios españoles.

- Secciones bilingües. Es parecido a lo anterior. El ministerio cuenta en Europa Central, Oriental y Rusia con programas bilingües integrados en institutos de siete países, al amparo de los convenios bilaterales de cooperación cultural, educativa y científica. A esos niños les atienden profesores españoles seleccionados y contratados por los países de destino. Reciben, en este caso, un complemento salarial. La demanda "enloquecida" de enseñanzas en español en la Europa del este convierten a la zona en una de las de atención preferente para ampliar estos programas. Entre los planes del ministerio está el de aumentar hasta 63 las actuales 35 secciones. El curso pasado había 12.000 alumnos escolarizados atendidos por 70 profesores.

Una vez creada la sección correspondiente el ministerio proporciona "materiales didácticos, becas a los mejores alumnos, apoyo al profesorado y organiza actividades complementarias", explicó González Suela. Destaca entre estas actividades el viaje cultural a España que se organiza anualmente, en el que participan los mejores alumnos de estos países.

- Estudios europeos. En las llamadas escuelas europeas, creadas a partir de 1960, se imparte de infantil a secundaria un programa de estudio que tiene validez en todos los países de la UE. El ministerio tiene secciones de estudios españoles en varias de ellas. En total hay escolarizados 1.508 alumnos; 81 profesores se encargan de este programa, si se cuentan los que dan clases de español en aquellas ciudades sin sección creada.

- Apoyo para el idioma. Cada consejería en el extranjero tiene sus asesores técnicos, profesores destinados en las ciudades más populosas de los distintos países. Su labor consiste en apoyar con material didáctico y formación a los profesores que imparten clases de español en los colegios de la zona. Los llamados Centros de Recursos cuentan, para ello, con fondos bibliográficos y audiovisuales que se ceden en préstamo a estos docentes. En la actualidad hay menos centros de recursos que asesores técnicos. Estos profesores de español asisten también a cursos de verano que organiza el ministerio en España para reforzar su formación.

- Profesores visitantes y auxiliares de conversación. Estos programas son dos clásicos tradicionalmente utilizados para el aprendizaje del español en el mundo. El primero de ellos, los profesores visitantes, se mantiene con Estados Unidos, Canadá y Alemania. Personal de esos países se trasladan a España para entrevistar, seleccionar y contratar por un año más de 1.500 profesores.

Los auxiliares de conversación participan en un proyecto recíproco: España envía unos 900 cada año y recibe, sobre todo, profesores de inglés.

Educación

Unos alumnos juegan en el patio del instituto español Severo Ochoa, en Tánger.
Unos alumnos juegan en el patio del instituto español Severo Ochoa, en Tánger.

Los nietos y bisnietos de los emigrantes españoles

En algunos países la presencia de españoles es ya histórica. Llegó, por ejemplo, de la mano de la emigración y muchos de aquellos que salieron se quedaron y formaron allí sus familias.

Para los nietos y bisnietos de esos españoles residentes en el extranjero también hay algunas clases articuladas, cierta modificación del currículo. "En realidad esos chicos ya son más de aquellos países que de éste y acuden a aquellos colegios para recibir el plan de estudios de allí. Lo que el Ministerio de Educación les ofrece no son enseñanzas regladas, sino complementarias a la de los países en los que han nacido", explica el subdirector general de Cooperación Internacional, Miguel González Suela.

A estos estudiantes, cuyas familias no quieren que pierdan el idioma ni la cultura españolas, se les imparten unas clases en las que además del castellano se les aseguran ciertos conocimientos recogidos en los planes de estudio españoles.

La ventaja es que el idioma que podrán aprender allí se reconocerá con un título de total validez en el mercado laboral, el Diploma de Español como Lengua Extranjera, conocido por su siglas, DELE, que expide el Instituto Cevantes.

Alfabetización de adultos en Iberoamérica

España tiene en algunos países con pocos recursos programas de alfabetización de adultos y otros que tratan de que los alumnos ya alfabetizados prosigan sus estudios hacia la capacitación profesional. Estos programas no los gestiona ni financia el Ministerio de Educación, sino el de Exteriores: dependen de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI). Educación presta la ayuda técnica para los docentes que imparten estas clases y proporciona un codirector para estos programas.

Esto ocurre en países como la República Dominicana, El Salvador, Honduras, Nicaragua y ahora también Paraguay y Perú.

España financia el grueso de estas enseñanzas el primer año, una ayuda que va disminuyendo progresivamente, año a año, en la misma medida en que va asumiendo este coste el país beneficiado. Este proceso concluye al cabo de unos cinco años, aproximadamente.

En Iberoamérica el Ministerio de Educación también organiza, desde hace 20 años, cursos de formación de especialistas en educación en los que participan anualmente unos 220 gestores y administradores de la educación procedentes de aquellos países.

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Sobre la firma

Carmen Morán Breña
Trabaja en EL PAÍS desde 1997 donde ha sido jefa de sección en Sociedad, Nacional y Cultura. Ha tratado a fondo temas de educación, asuntos sociales e igualdad. Ahora se desempeña como reportera en México.

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