Desaparecen las categorías de ingeniería técnica y superior

El cambio planteado en las carreras técnicas (las ingenierías y Arquitectura) destaca sobre todo por el fin de la dualidad entre las ingenierías técnicas y superiores. En la actualidad, un alumno que supere la selectividad y quiera estudiar una ingeniería debe decidir desde el primer momento si opta por hacer una superior (de seis años) o una técnica (de tres). En muchos casos (como ingeniería industrial, de Telecomunicación o Aeronáutico), la denominación es la misma para la carrera técnica y la superior, aunque las competencias profesionales de cada titulado son distintas.

De cara a esta reforma, las normas europeas no permiten establecer carreras con la misma denominación. A partir de este cambio, un estudiante elegirá una carrera de Grado de cuatro años (cinco, si se trata de Arquitectura) que le dará unas determinadas competencias profesionales con las que podrá incorporarse al mundo laboral y, si quiere, podrá posteriormente realizar un máster.

Esta subcomisión sugiere que la denominación de todos estos nuevos títulos sea la de "Ingeniero en...". Anteriormente se barajó la posibilidad de que se llamaran licenciados o graduados en cada carrera.

La principal polémica sobre el cambio de las ingenierías se centra en si los máster deben o no tener competencias profesionales específicas. Los acuerdos europeos se inclinan por que los máster sólo las tengan en casos muy excepcionales. Es decir, el título de Grado debería ser suficiente para poder realizar cualquier trabajo relacionado con el campo en el que se haya obtenido la titulación. Sin embargo, la subcomisión ha acordado proponer que sí tengan competencias profesionales los máster técnicos y sugiere reservar las denominaciones actuales de las carreras (como Ingeniero Industrial, Naval o Aeronáutico) para estos máster.

Otra cuestión importante relacionada con los máster es si, al ser oficiales, éstos se ofrecerán a precios equiparables a los que se paga en las carreras en las universidades públicas. Esta cuestión afecta a los máster de todas las carreras, aunque en el caso de las carreras más experimentales su coste es mayor.

El temor de algunos colectivos es que, si no se ofrecieran a precios más bajos de lo que cuestan realmente, estos estudios se reservarían a una élite. El ministerio ha manifestado su intención de que sí tengan precios públicos, pero aún está por ver quién los pagará, si el Gobierno o las comunidades.

Respecto a la duración de los grados de las ingenierías, este grupo de trabajo propone que todos los títulos consten de cuatro años (240 créditos universitarios) y que "la realización del proyecto de fin de carrera y las estancias en empresas puedan considerarse incluidos o no en esos créditos en función de cada título concreto". Lo mismo se propone para Arquitectura, que duraría un año más.